The Project Gutenberg EBook of Rafael Cordero, by Salvador Brau This eBook is for the use of anyone anywhere at no cost and with almost no restrictions whatsoever. You may copy it, give it away or re-use it under the terms of the Project Gutenberg License included with this eBook or online at www.gutenberg.org Title: Rafael Cordero Elogio Póstumo Author: Salvador Brau Release Date: January 16, 2013 [EBook #41853] Language: Spanish Character set encoding: ISO-8859-1 *** START OF THIS PROJECT GUTENBERG EBOOK RAFAEL CORDERO *** Produced by Carlos Colon and the Online Distributed Proofreading Team at http://www.pgdp.net (This file was produced from images generously made available by The Internet Archive) Notas del Transcriptor: Texto en letras itálicas se denota con _líneas_ y texto enegrecido se denota con =signos de igual=. Errores obvios de imprenta han sido corregidos. Páginas en blanco han sido eliminadas SALVADOR BRAU RAFAEL CORDERO ELOGIO PÓSTUMO con que se iniciara en el Ateneo Puertorriqueño la velada del 31 de octubre de 1891 PUERTO RICO TIPOGRAFÍA DE ARTURO CORDOVA 1891 A LA MEMORIA DEL ACTO MERITÍSIMO REALIZADO POR LOS ILUSTRES REPÚBLICOS D. SEGUNDO RUIZ BELVIS, D. JOSÉ JULIAN ACOSTA Y D. FRANCISCO MARIANO QUIÑONES al solicitar de la Metrópoli, en noviembre de 1866, la reintegración de la raza negra en sus humanos derechos, consagro esta siempreviva, perfumada con las sublimes virtudes de un negro humanitario. Salvador Brau. Puerto Rico, octubre 31 de 1891 SEÑORES: Una vez más nos congrega en este recinto consagrado á la cultura del espíritu, el sentimiento de gratitud social. La Directiva del Ateneo ha querido solemnizar con una fiesta literaria la instalación en sus salones del retrato de un compatriota benemérito, el virtuoso Rafael Cordero, legado á la contemplación de la posteridad por el pincel de otro puertorriqueño distinguido y generoso: el señor don Francisco Oller. Ese retrato figurará dignamente, desde hoy, en la galería que ilustran el Padre Rufo, Campeche, Tapia, Gautier Benítez, Corchado y Tavárez, y en la que en breve ocupará puesto de honor el venerable Acosta, el grave y experimentado maestro de cuya ausencia no nos hemos consolado todavía, y cuya voz, muda para siempre, ha de apreciarse como nota de deficiencia en este acto. Afortunado iniciador, en las columnas de EL CLAMOR DEL PAÍS, del propósito que hoy se traduce en hecho consumado, mediante popular donativo que engrosaron con su óbolo todas las clases sociales del país y algunos compatriotas residentes en la Metrópoli, complázcome en dar voz al agradecimiento de que me reconozco deudor por tan eficacísima cooperación. Ese agradecimiento comprende á los respetables señores que forman la Directiva del Ateneo y en especial á su Presidente, mi querido amigo don Manuel Elzaburu, por la indiscutible acogida que prestaron al propósito, apenas enunciado, identificándose en absoluto con la idea, como se ha identificado su actual vicepresidente, el señor don Enrique Alvarez Pérez, gustosísimo patrocinador de esta solemnidad. Y fuerza es que haga extensivos esos sentimientos de gratitud á la prensa periódica; á esa prensa en cuyas filas tengo el honor de militar y cuyos órganos, sin distinción de escuela, han contribuido á mover los entusiasmos públicos en pro de esta ofrenda, que á la virtud modesta y al mérito reconocido consagramos, no por voluntad de uno, no por sentimiento de varios, sino por sentimiento y voluntad de los elementos individuales que constituyen nuestra sociedad, cuya alteza espiritual, cuya fraternidad culta y vivificadora recibe espléndida sanción en estos instantes. Porque no se trata de honrar la memoria de un compatriota favorecido con la inspiración maravillosa del arte, decorado con los atributos nobilísimos de la ciencia ó ceñido con los laureles de una popularidad legítimamente adquirida en defensa de cívicos derechos. Se trata de un artesano humildísimo; de un artesano procedente de esa raza laboriosa privada hasta ayer de su libertad individual por errores que ha rectificado la acción de los tiempos: se trata de un negro tabaquero. Y cuando á ese negro humilde colocamos, en materia de veneración pública, á la altura del doctor don Rufo Manuel Fernández, el canónigo gallego para quien sólo bendiciones guarda nuestra historia regional, preciso será reconocer la grandiosidad de los méritos del venerado, pero reconociendo á la vez la transformación radical operada en nuestras ideas sociales á impulsos del progreso avasallador. No entraña este reconocimiento improbable suposición, Veinte y tres años ha que un miembro de la Sociedad Económica de amigos del país--don José Estéban Ramos--solicitó para el retrato del Maestro Rafael Cordero honor análogo á éste que el Ateneo le acuerda, y la Sociedad Económica que había adjudicado un premio pecuniario á la virtud del septuagenario artesano; esa Sociedad que le había considerado acreedor al título de _socio de mérito_, accedió á la solicitud.... dejando en suspenso sus efectos. Esto se explica por el estado social del país, del que necesariamente he de ocuparme, siquiera á grandes rasgos, para demostrar á las generaciones nuevas, á los conterráneos bisoños, á los huéspedes de la víspera que sólo por referencias tradicionales ó históricas han de poder apreciar la contextura étnica de nuestro regionalismo, cual es la trascendencia de este acto, que patrocina el Ateneo, pero al que toda esta brillante concurrencia presta cumplidísima cooperación. * * * * * Desde los instaladores comienzos de la colonia subdividióse la sociedad puertorriqueña en dos castas: blanca y negra; señora la una, sierva la otra; oriunda aquella de las regiones hesperias, de antiguo vigorizadas por el derecho romano y la moral evangélica; originaria la otra de esos territorios africanos donde aún tropieza con obstáculos insuperables el carro luminoso de la universal civilización. De esta última procedía el Maestro Rafael. Hijo de Lucas Cordero, artesano de esta capital, y de Rita Molina, natural de Arecibo, por más que el estado matrimonial de éstos pruebe la condición de _libres_ que les asistía, y que acaso disfrutaron sus antecesores, es innegable que el prejuicio de casta debía subsistir para ellos, puesto que doblemente cimentado se hallaba en general por las leyes y las costumbres. Es por esto que ha de atribuirse al estado social del país la dificultad ofrecida, en 1868, á la colocación del retrato del obscuro menestral en la sala de sesiones de la Real Sociedad Económica. Y, sin embargo, es el medio social en que se dilatara la actividad benéfica del Maestro Rafael, el que valora con opulentas cifras la elevación apostólica de sus humanitarias virtudes. Nació en octubre de 1790, es decir, veinte y cinco años después de haber visitado á Puerto Rico, en calidad de Comisario régio, el mariscal de campo don Alejandro O'Reylly y de haber consignado en la "Memoria acerca de su visita" que en la isla había no más que dos escuelas: _una en Puerto Rico y otra en San Germán, fuera de cuyos puntos pocas personas sabían leer_. Entre esas pocas personas hay que colocar al maestro Lucas y á su consorte que se ejercitaban, voluntaria y gratuitamente, en transmitir sus escasos conocimientos á niños de ámbos sexos. Podrá extrañarse por alguno que hallándose tan limitada, en 1790, la instrucción primaria, entre las clases superiores de Puerto Rico, existiesen negros aptos para transmitirla por espontáneo y caritativo impulso; mas á esa extrañeza cabe responder, recordando que tampoco había en la isla, por aquella época, escuelas de dibujo y pintura, y ya las vírgenes de José Campeche, también sometido á las preocupaciones de casta, alcanzaban notoriedad al pincel que debía perpetuar la memoria del general don Ramón de Castro y la popular hazaña en que hubo de figurar aquel caudillo. Que las facultades naturales de la inteligencia necesitan factores auxiliares para su desarrollo, es innegable. Donde hallaron ese auxilio los padres de Rafael Cordero no lo dicen las crónicas; pero el hijo hubo de encontrarlo en el hogar doméstico. Allí adquirió sus modestos conocimientos y el hábito de transmitirlos; hábito que ejercitó con verdadera vocación, conciliándolo con el oficio sedentario de tabaquero, elegido para ganar el necesario sustento, y practicado asíduamente durante su vida; aún después de haber sido nombrado, oficialmente, _maestro incompleto_ en 1865, por hallarse comprendido en las prescripciones del Decreto reformador de la enseñanza pública que autorizara el general Messina. En 1810, esto es con una anterioridad de treinta y cinco años á la organización oficial de la enseñanza primaria, no abordada hasta 1845 por el Gobierno Superior de la isla, instaló su escuela de párvulos gratuita el Maestro Rafael, manteniéndola, sin interrupción, hasta julio de 1868 en que ocurrió su fallecimiento. Lectura, caligrafía, doctrina cristiana y conocimientos numéricos comprendía el programa de aquella escuela: programa reducidísimo, pero valioso por la conciencia que presidía su aplicación. --"Yo _tumbo_ el árbol y lo descortezo;--cuentan que solía decir--manos más hábiles que las mías se encargarán de labrar la madera y darle barníz." ¡En cincuenta y ocho años de magisterio, qué de árboles tan variados y robustos descortezó! Durante cincuenta y ocho años se agruparon al pié de aquella mesa de tabaquero, convertida en cátedra de instrucción pública por la intuición maravillosa de un espíritu privilegiado, generaciones sucesivas de hombres que debían dar lustre á las letras patrias, elevarse á las altas dignidades del sacerdocio y la milicia, conquistar puesto prominente en las ciencias ó revestirse con el título de legisladores nacionales. Las diversas aptitudes de esos hombres adquirieron cumplido desarrollo en vastos círculos de enseñanza, pero la base fundamental de su instrucción se inculcó bajo la férula del Maestro Rafael Cordero; bajo la acción educadora de aquel rebenque á que ha consagrado filial recuerdo el doctor don Francisco del Valle Atiles, uno de los más jóvenes asistentes al aula. ¡Contraste singular el que ofrece ese rebenque simbólico á la observación del analista! Porque el régimen de la colonia establecía la pena de azotes como correctivo á la holganza ó los vicios del esclavo, y era precisamente el azote la expresión suprema de la severidad escolar que el Maestro Rafael dejaba sentir á sus discípulos rebeldes ó desaplicados. El mismo castigo que excitaba el fomento de la riqueza material en el ingenio, rebajando y encalleciendo el espíritu, daba acicate, en el taller-escuela, á las facultades intelectuales tardas ó adormecidas. ¡El azote que enseñaba al negro á cultivar la caña y á cristalizar el azúcar, esgrimido por un negro, enseñaba al blanco á deletrear el castellano y á balbucir el _Padre nuestro_! Verdad que el rebenque del Maestro Rafael no abrió nunca sanguinoso surco en las carnes de sus discípulos. Jamás hubo de formularse una protesta paternal contra el rigor de aquellos castigos: léjos de ello, á solicitar su aplicación solían acudir algunas madres obreras, á las horas del aula, por consecuencia de grave rebeldía infantil ó pecaminoso callejeo filial tras de las músicas militares ó de las distracciones más peligrosas del _hoyuelo_ y la _raya_. Y es fama que, una vez formulada la queja materna, con sumaria diligencia se substanciaba el proceso, y ordenado el descenso de las menudas bragas ó el ascenso de la flotante camisola del acusado, allí mismo, á claustro pleno, se le propinaba el número de rebencazos determinados en la escala gradual establecida por la trimurti pedagógica que compendiaba al legislador prudente, al juez íntegro y al ejecutor de justicia metódico é impasible, en una sola personalidad. Es así que las azotainas del Maestro Rafael no trasponían los lindes de la previsora rigidéz paternal, creciendo á compás de ellas el cariño de sus alumnos de una y otra clase. Y digo de una y otra, porque en aquella escuela de la calle de la Luna, se distribuía el gérmen fecundo de cristiana enseñanza lo mismo al primogénito de un linajudo Oidor de la Real Audiencia que al hijo de un rudo mozo de carga adscrito á las faenas del muelle; así se educaba allí al descendiente de un Saint Just, el veterano glorioso de Bailén, como al nieto desarrapado de lavandera anónima. El privilegio de la casta se anulaba democráticamente á los piés del crucifijo que iluminaba con sus redentoras fulguraciones aquella pobre escuela. El _sinite parvulos venire ad me_ del Evangelio nivelaba las categorías sociales de la colonia, ante el ara de aquel santuario reconstituido por la inspiración artística de Oller, en ese cuadro ofrecido á la consideración pública, sin presentir acaso que trasladaba al lienzo, con sus peculiarísimas tintas, no un episodio local, sino accidente tan íntimo como extenso de nuestra regional historia. Si, señores; bueno es decirlo á los que tengan motivo para ignorarlo. En materia de igualdad cristiana, la escuela del Maestro Rafael puede considerarse como tipo modelo de todas las de su época en Puerto Rico. El régimen de la colonia que autorizaba la servidumbre corporal de los obreros de color, no negaba el beneficio de la instrucción á los manumisos. A los bancos de las rudimentarias escuelas públicas no llegaban las subdivisiones de casta: blancos y negros, confundidos, aprendían el catecismo y la gramática; y tal exactitud entraña esta afirmación, que no necesito rebuscar mucho en los rincones de la memoria, para encontrar el nombre de algunos descendientes de esclavos á quienes tuve por condiscípulos en la escuela de mi pueblo natal, en el período comprendido desde 1849 á 1854. Igual solidaridad enlazaba las aspiraciones del estudio que la disciplina escolar, y las distinciones estimuladoras que la Academia Real de buenas letras concedía anualmente, influidas eran por las pruebas de exámen no por el _pigmentum_ que coloraba la epidérmis de los alumnos. El período estudiantil terminaba; el niño, transformado en hombre, lanzábase á los combates de la vida, ocupando el sitio que la suerte le concediera: el menestral empuñaba el tirapiés ó la garlopa, el doctor se ajustaba la muceta, ascendia al altar el sacerdote, el militar se ufanaba con el áureo uniforme; las divisorias líneas sociales se mantenían escrupulosamente; pero detrás de ellas sentíase aletear el espíritu de confraternidad, generado sobre los deslucidos bancos escolares al amparo de la religión y de las leyes. En la escuela de Rafael Cordero debió acentuarse ese fenómeno por la condición individual del maestro, que él supo mantener dentro de estrechísimos límites, obedeciendo á la sencilléz exquisita de sus sentimientos, informados por la más ardiente caridad. El ejercicio de esa virtud humanitaria compendia la vida de Cordero con exclusivismo absoluto, blanqueando su téz de ébano con las nitideces del lirio; de ese lirio de nuestras sabanas incultas, que brota con espontaneidad inconsciente, embelleciendo los cardos que le constriñen y embalsamando el aire que le azotó. Casto y sobrio, laborioso y humilde, austero y benévolo, ese obrero de mano callosa y alma de ángel antepone el bien de sus semejantes á todos los mundanos afectos. La Sociedad Económica le adjudica en un certámen de la virtud premio de cien pesos; él, que no cuenta con otros recursos materiales para subsistir que su modesta labor de tabaquero, rechaza el premio; obligado á aceptarlo, distribuye la mitad entre sus alumnos menesterosos de ropa y de libros, y riega la otra mitad, como semilla de bendiciones, entre pordioseros, convocados por medio de sus discípulos, convidados á aquel sublime banquete de la caridad. Su jornal es mezquino y con él ha de atender al cuidado de hermana infelíz privada de razón, que no se siente con valor para confiar á la beneficencia oficial. El presupuesto familiar, sobrado exíguo, se constriñe aún más por esas exigencias fraternales y no puede tolerar extraordinarios dispendios; sin embargo, acierta un mendigo famélico á implorar alimento en aquella escuela á horas del desayuno, y el maestro, juzgando mezquina su colación para dos, la adjudica toda al necesitado. Un dia llega á manos de Cordero el título de _Maestro imcompleto_ que le concede el Gobierno, con la asignación de quince pesos mensuales. Ya es funcionario municipal, después de haberlo sido voluntario y gratuito durante cincuenta y cinco años. El cambio no le altera; acepta la asignación, merced á las reflexiones de los amigos que le recuerdan su ancianidad; pero mantiene inalterables sus hábitos, sin modificar siquiera la sencilla vestimenta, sólo engalanada con la chaqueta de menestral al asistir al templo, admitiendo entonces, como testimonio de religioso respeto, lo que, como prenda innecesaria, rechazaba en los demás actos de la vida común. Tales eran los ejemplos prácticos que á sus discípulos ofrecía el Maestro Rafael. Con los _árboles humanos_ que así descortezó, se labraron en Europa médicos, abogados, literatos, profesores en ciencias, sacerdotes, hacendistas y militares. Y él los veía regresar á la tierra nativa, con la dulce satisfacción del padre que se goza en el adelanto de sus hijos, pero sin mostrar envanecimientos por su obra; tratándolos con afecto análogo al de aquellas nodrizas esclavas que nos tutearon en la cuna cuando niños, y _niños_ siguieron llamándonos respetuosamente, á pesar de nuestros cabellos grises. _Alejandro_ llamaba el Maestro Rafael al biógrafo de Campeche y de Power; _Román_ decíale al futuro constituyente de 1869, tratándolos á ellos y á sus demás discípulos, con la misma familiar sencilléz que los tratara en la escuela. Y ellos le correspondían con tan filial respeto, que aún se recuerda al coronel Espino, prescidiendo de su militar temperamento y de su autoritarismo de corregidor, para contestar al--"_¡Adiós Cayetano!_" del anciano obrero, llevando la mano al jipijapa y repitiéndo la frase sacramental de la escuela:--_La bendición, maestro_. ¡Qué de recuerdos no surgirían en la mente del veterano _cristino_, evocados por esa frase cabalística! ¡Dejadme á mi vez que los evoque! ¡Evocadlos también vosotros, viajeros de la vida que doblásteis ya _el cabo de las tormentas!_ Repasad las notas íntimas de vuestro libro de memorias, y no vacileis en reconstruir con ellas todo el pasado colonial, con sus errores, tristezas, olvidos, soledades y desconsuelos, pues que por sobre aquel montón de cenizas destella, y destellará siempre, el sentimiento de concordia que vivificó á nuestra sociedad y que tuvo en el Maestro Rafael acabadísimo intérprete. Asistidos de ese sentimiento, bien pudieron los ilustres informadores de 1866 reclamar de la hidalga Metrópoli la dignificación del trabajo en nuestra colonia, reivindicando para toda la raza negra los derechos naturales inherentes á la humana personalidad. Es por ese sentimiento, tan arraigado en Puerto Rico, que se explica el éxito maravilloso obtenido por aquel Decreto redentor de 1873 que inmortaliza á la Asamblea Nacional española y que sólo cánticos de júbilo y religiosas preces de gratitud despertara en nuestro pueblo. Esa concordia en las voluntades, esa harmonía en los afectos, esa reciprocidad en los servicios, esos respetos mútuos que fincan su abolengo en las necesidades impuestas á los viejos colonos de esta comarca por el aislamiento social á que se vieron reducidos, ha llegado á constituir cualidad característica de nuestro temperamento, espíritu peculiar y propio de la región, aliento de gigante que la confortó en los dias de prueba y la condujo al grado de desenvolvimiento culto que hoy muestra y de que este acto da cumplida fé. Procuremos cultivar esos afectos; esforcémonos en hacerlos reverdecer; ¡qué no mueran, no! ya que gracias á ellos la historia de Puerto Rico, que no enrojece sus páginas con los nombres de un _Toussaint_ ó de un _Dessalines_, se ilumina con los destellos del espíritu bienhechor de un Rafael Cordero. End of the Project Gutenberg EBook of Rafael Cordero, by Salvador Brau *** END OF THIS PROJECT GUTENBERG EBOOK RAFAEL CORDERO *** ***** This file should be named 41853-8.txt or 41853-8.zip ***** This and all associated files of various formats will be found in: http://www.gutenberg.org/4/1/8/5/41853/ Produced by Carlos Colon and the Online Distributed Proofreading Team at http://www.pgdp.net (This file was produced from images generously made available by The Internet Archive) Updated editions will replace the previous one--the old editions will be renamed. Creating the works from public domain print editions means that no one owns a United States copyright in these works, so the Foundation (and you!) can copy and distribute it in the United States without permission and without paying copyright royalties. Special rules, set forth in the General Terms of Use part of this license, apply to copying and distributing Project Gutenberg-tm electronic works to protect the PROJECT GUTENBERG-tm concept and trademark. Project Gutenberg is a registered trademark, and may not be used if you charge for the eBooks, unless you receive specific permission. If you do not charge anything for copies of this eBook, complying with the rules is very easy. You may use this eBook for nearly any purpose such as creation of derivative works, reports, performances and research. They may be modified and printed and given away--you may do practically ANYTHING with public domain eBooks. Redistribution is subject to the trademark license, especially commercial redistribution. *** START: FULL LICENSE *** THE FULL PROJECT GUTENBERG LICENSE PLEASE READ THIS BEFORE YOU DISTRIBUTE OR USE THIS WORK To protect the Project Gutenberg-tm mission of promoting the free distribution of electronic works, by using or distributing this work (or any other work associated in any way with the phrase "Project Gutenberg"), you agree to comply with all the terms of the Full Project Gutenberg-tm License available with this file or online at www.gutenberg.org/license. Section 1. General Terms of Use and Redistributing Project Gutenberg-tm electronic works 1.A. By reading or using any part of this Project Gutenberg-tm electronic work, you indicate that you have read, understand, agree to and accept all the terms of this license and intellectual property (trademark/copyright) agreement. If you do not agree to abide by all the terms of this agreement, you must cease using and return or destroy all copies of Project Gutenberg-tm electronic works in your possession. If you paid a fee for obtaining a copy of or access to a Project Gutenberg-tm electronic work and you do not agree to be bound by the terms of this agreement, you may obtain a refund from the person or entity to whom you paid the fee as set forth in paragraph 1.E.8. 1.B. "Project Gutenberg" is a registered trademark. It may only be used on or associated in any way with an electronic work by people who agree to be bound by the terms of this agreement. There are a few things that you can do with most Project Gutenberg-tm electronic works even without complying with the full terms of this agreement. See paragraph 1.C below. There are a lot of things you can do with Project Gutenberg-tm electronic works if you follow the terms of this agreement and help preserve free future access to Project Gutenberg-tm electronic works. See paragraph 1.E below. 1.C. The Project Gutenberg Literary Archive Foundation ("the Foundation" or PGLAF), owns a compilation copyright in the collection of Project Gutenberg-tm electronic works. Nearly all the individual works in the collection are in the public domain in the United States. If an individual work is in the public domain in the United States and you are located in the United States, we do not claim a right to prevent you from copying, distributing, performing, displaying or creating derivative works based on the work as long as all references to Project Gutenberg are removed. Of course, we hope that you will support the Project Gutenberg-tm mission of promoting free access to electronic works by freely sharing Project Gutenberg-tm works in compliance with the terms of this agreement for keeping the Project Gutenberg-tm name associated with the work. You can easily comply with the terms of this agreement by keeping this work in the same format with its attached full Project Gutenberg-tm License when you share it without charge with others. 1.D. The copyright laws of the place where you are located also govern what you can do with this work. Copyright laws in most countries are in a constant state of change. If you are outside the United States, check the laws of your country in addition to the terms of this agreement before downloading, copying, displaying, performing, distributing or creating derivative works based on this work or any other Project Gutenberg-tm work. The Foundation makes no representations concerning the copyright status of any work in any country outside the United States. 1.E. Unless you have removed all references to Project Gutenberg: 1.E.1. The following sentence, with active links to, or other immediate access to, the full Project Gutenberg-tm License must appear prominently whenever any copy of a Project Gutenberg-tm work (any work on which the phrase "Project Gutenberg" appears, or with which the phrase "Project Gutenberg" is associated) is accessed, displayed, performed, viewed, copied or distributed: This eBook is for the use of anyone anywhere at no cost and with almost no restrictions whatsoever. You may copy it, give it away or re-use it under the terms of the Project Gutenberg License included with this eBook or online at www.gutenberg.org 1.E.2. If an individual Project Gutenberg-tm electronic work is derived from the public domain (does not contain a notice indicating that it is posted with permission of the copyright holder), the work can be copied and distributed to anyone in the United States without paying any fees or charges. If you are redistributing or providing access to a work with the phrase "Project Gutenberg" associated with or appearing on the work, you must comply either with the requirements of paragraphs 1.E.1 through 1.E.7 or obtain permission for the use of the work and the Project Gutenberg-tm trademark as set forth in paragraphs 1.E.8 or 1.E.9. 1.E.3. If an individual Project Gutenberg-tm electronic work is posted with the permission of the copyright holder, your use and distribution must comply with both paragraphs 1.E.1 through 1.E.7 and any additional terms imposed by the copyright holder. Additional terms will be linked to the Project Gutenberg-tm License for all works posted with the permission of the copyright holder found at the beginning of this work. 1.E.4. Do not unlink or detach or remove the full Project Gutenberg-tm License terms from this work, or any files containing a part of this work or any other work associated with Project Gutenberg-tm. 1.E.5. Do not copy, display, perform, distribute or redistribute this electronic work, or any part of this electronic work, without prominently displaying the sentence set forth in paragraph 1.E.1 with active links or immediate access to the full terms of the Project Gutenberg-tm License. 1.E.6. You may convert to and distribute this work in any binary, compressed, marked up, nonproprietary or proprietary form, including any word processing or hypertext form. However, if you provide access to or distribute copies of a Project Gutenberg-tm work in a format other than "Plain Vanilla ASCII" or other format used in the official version posted on the official Project Gutenberg-tm web site (www.gutenberg.org), you must, at no additional cost, fee or expense to the user, provide a copy, a means of exporting a copy, or a means of obtaining a copy upon request, of the work in its original "Plain Vanilla ASCII" or other form. Any alternate format must include the full Project Gutenberg-tm License as specified in paragraph 1.E.1. 1.E.7. Do not charge a fee for access to, viewing, displaying, performing, copying or distributing any Project Gutenberg-tm works unless you comply with paragraph 1.E.8 or 1.E.9. 1.E.8. You may charge a reasonable fee for copies of or providing access to or distributing Project Gutenberg-tm electronic works provided that - You pay a royalty fee of 20% of the gross profits you derive from the use of Project Gutenberg-tm works calculated using the method you already use to calculate your applicable taxes. The fee is owed to the owner of the Project Gutenberg-tm trademark, but he has agreed to donate royalties under this paragraph to the Project Gutenberg Literary Archive Foundation. Royalty payments must be paid within 60 days following each date on which you prepare (or are legally required to prepare) your periodic tax returns. Royalty payments should be clearly marked as such and sent to the Project Gutenberg Literary Archive Foundation at the address specified in Section 4, "Information about donations to the Project Gutenberg Literary Archive Foundation." - You provide a full refund of any money paid by a user who notifies you in writing (or by e-mail) within 30 days of receipt that s/he does not agree to the terms of the full Project Gutenberg-tm License. You must require such a user to return or destroy all copies of the works possessed in a physical medium and discontinue all use of and all access to other copies of Project Gutenberg-tm works. - You provide, in accordance with paragraph 1.F.3, a full refund of any money paid for a work or a replacement copy, if a defect in the electronic work is discovered and reported to you within 90 days of receipt of the work. - You comply with all other terms of this agreement for free distribution of Project Gutenberg-tm works. 1.E.9. If you wish to charge a fee or distribute a Project Gutenberg-tm electronic work or group of works on different terms than are set forth in this agreement, you must obtain permission in writing from both the Project Gutenberg Literary Archive Foundation and Michael Hart, the owner of the Project Gutenberg-tm trademark. Contact the Foundation as set forth in Section 3 below. 1.F. 1.F.1. Project Gutenberg volunteers and employees expend considerable effort to identify, do copyright research on, transcribe and proofread public domain works in creating the Project Gutenberg-tm collection. Despite these efforts, Project Gutenberg-tm electronic works, and the medium on which they may be stored, may contain "Defects," such as, but not limited to, incomplete, inaccurate or corrupt data, transcription errors, a copyright or other intellectual property infringement, a defective or damaged disk or other medium, a computer virus, or computer codes that damage or cannot be read by your equipment. 1.F.2. LIMITED WARRANTY, DISCLAIMER OF DAMAGES - Except for the "Right of Replacement or Refund" described in paragraph 1.F.3, the Project Gutenberg Literary Archive Foundation, the owner of the Project Gutenberg-tm trademark, and any other party distributing a Project Gutenberg-tm electronic work under this agreement, disclaim all liability to you for damages, costs and expenses, including legal fees. YOU AGREE THAT YOU HAVE NO REMEDIES FOR NEGLIGENCE, STRICT LIABILITY, BREACH OF WARRANTY OR BREACH OF CONTRACT EXCEPT THOSE PROVIDED IN PARAGRAPH 1.F.3. YOU AGREE THAT THE FOUNDATION, THE TRADEMARK OWNER, AND ANY DISTRIBUTOR UNDER THIS AGREEMENT WILL NOT BE LIABLE TO YOU FOR ACTUAL, DIRECT, INDIRECT, CONSEQUENTIAL, PUNITIVE OR INCIDENTAL DAMAGES EVEN IF YOU GIVE NOTICE OF THE POSSIBILITY OF SUCH DAMAGE. 1.F.3. LIMITED RIGHT OF REPLACEMENT OR REFUND - If you discover a defect in this electronic work within 90 days of receiving it, you can receive a refund of the money (if any) you paid for it by sending a written explanation to the person you received the work from. If you received the work on a physical medium, you must return the medium with your written explanation. The person or entity that provided you with the defective work may elect to provide a replacement copy in lieu of a refund. If you received the work electronically, the person or entity providing it to you may choose to give you a second opportunity to receive the work electronically in lieu of a refund. If the second copy is also defective, you may demand a refund in writing without further opportunities to fix the problem. 1.F.4. Except for the limited right of replacement or refund set forth in paragraph 1.F.3, this work is provided to you 'AS-IS', WITH NO OTHER WARRANTIES OF ANY KIND, EXPRESS OR IMPLIED, INCLUDING BUT NOT LIMITED TO WARRANTIES OF MERCHANTABILITY OR FITNESS FOR ANY PURPOSE. 1.F.5. Some states do not allow disclaimers of certain implied warranties or the exclusion or limitation of certain types of damages. If any disclaimer or limitation set forth in this agreement violates the law of the state applicable to this agreement, the agreement shall be interpreted to make the maximum disclaimer or limitation permitted by the applicable state law. The invalidity or unenforceability of any provision of this agreement shall not void the remaining provisions. 1.F.6. INDEMNITY - You agree to indemnify and hold the Foundation, the trademark owner, any agent or employee of the Foundation, anyone providing copies of Project Gutenberg-tm electronic works in accordance with this agreement, and any volunteers associated with the production, promotion and distribution of Project Gutenberg-tm electronic works, harmless from all liability, costs and expenses, including legal fees, that arise directly or indirectly from any of the following which you do or cause to occur: (a) distribution of this or any Project Gutenberg-tm work, (b) alteration, modification, or additions or deletions to any Project Gutenberg-tm work, and (c) any Defect you cause. Section 2. Information about the Mission of Project Gutenberg-tm Project Gutenberg-tm is synonymous with the free distribution of electronic works in formats readable by the widest variety of computers including obsolete, old, middle-aged and new computers. It exists because of the efforts of hundreds of volunteers and donations from people in all walks of life. Volunteers and financial support to provide volunteers with the assistance they need are critical to reaching Project Gutenberg-tm's goals and ensuring that the Project Gutenberg-tm collection will remain freely available for generations to come. In 2001, the Project Gutenberg Literary Archive Foundation was created to provide a secure and permanent future for Project Gutenberg-tm and future generations. To learn more about the Project Gutenberg Literary Archive Foundation and how your efforts and donations can help, see Sections 3 and 4 and the Foundation information page at www.gutenberg.org Section 3. Information about the Project Gutenberg Literary Archive Foundation The Project Gutenberg Literary Archive Foundation is a non profit 501(c)(3) educational corporation organized under the laws of the state of Mississippi and granted tax exempt status by the Internal Revenue Service. The Foundation's EIN or federal tax identification number is 64-6221541. Contributions to the Project Gutenberg Literary Archive Foundation are tax deductible to the full extent permitted by U.S. federal laws and your state's laws. The Foundation's principal office is located at 4557 Melan Dr. S. Fairbanks, AK, 99712., but its volunteers and employees are scattered throughout numerous locations. Its business office is located at 809 North 1500 West, Salt Lake City, UT 84116, (801) 596-1887. Email contact links and up to date contact information can be found at the Foundation's web site and official page at www.gutenberg.org/contact For additional contact information: Dr. Gregory B. Newby Chief Executive and Director gbnewby@pglaf.org Section 4. Information about Donations to the Project Gutenberg Literary Archive Foundation Project Gutenberg-tm depends upon and cannot survive without wide spread public support and donations to carry out its mission of increasing the number of public domain and licensed works that can be freely distributed in machine readable form accessible by the widest array of equipment including outdated equipment. Many small donations ($1 to $5,000) are particularly important to maintaining tax exempt status with the IRS. The Foundation is committed to complying with the laws regulating charities and charitable donations in all 50 states of the United States. Compliance requirements are not uniform and it takes a considerable effort, much paperwork and many fees to meet and keep up with these requirements. We do not solicit donations in locations where we have not received written confirmation of compliance. To SEND DONATIONS or determine the status of compliance for any particular state visit www.gutenberg.org/donate While we cannot and do not solicit contributions from states where we have not met the solicitation requirements, we know of no prohibition against accepting unsolicited donations from donors in such states who approach us with offers to donate. International donations are gratefully accepted, but we cannot make any statements concerning tax treatment of donations received from outside the United States. U.S. laws alone swamp our small staff. Please check the Project Gutenberg Web pages for current donation methods and addresses. Donations are accepted in a number of other ways including checks, online payments and credit card donations. To donate, please visit: www.gutenberg.org/donate Section 5. General Information About Project Gutenberg-tm electronic works. Professor Michael S. Hart was the originator of the Project Gutenberg-tm concept of a library of electronic works that could be freely shared with anyone. For forty years, he produced and distributed Project Gutenberg-tm eBooks with only a loose network of volunteer support. Project Gutenberg-tm eBooks are often created from several printed editions, all of which are confirmed as Public Domain in the U.S. unless a copyright notice is included. Thus, we do not necessarily keep eBooks in compliance with any particular paper edition. Most people start at our Web site which has the main PG search facility: www.gutenberg.org This Web site includes information about Project Gutenberg-tm, including how to make donations to the Project Gutenberg Literary Archive Foundation, how to help produce our new eBooks, and how to subscribe to our email newsletter to hear about new eBooks.