Buscan impedir subasta parisina de 28 piezas arqueológicas de México ===================================== Por: Mónica Mateos-Vega Confirma el INAH que interpuso una denuncia ante la Fiscalía General de la República // Son bienes ‘‘invaluables’’, sostiene el investigador Alejandro Bautista El Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) confirmó que ya interpuso una denuncia ante la Físcalía General de la República (FGR) y dio aviso a la Cancillería mexicana para tratar de evitar la venta de 28 piezas arqueológicas que la casa Millon de París, anunció que subastará el próximo 22 de enero. De acuerdo con las leyes del país, se trata de bienes propiedad dela nación por lo que comercializarlos es un delito. Si bien en el ca-tálogo de los vendedores de arte se afirma que son 53 las obras me-soamericanas que proceden de México, el dictamen elaborado por expertos del INAH señala que no todas son piezas prehispánicas, hay algunas de reciente manufactura, como adelantó La Jornada (9/01/2020). Cabeza maya de estuco, entre 20 mil y 30 mil euros Los 28 objetos que el gobierno mexicano intentará recuperar proceden de culturas originarias del Altiplano Central, el Occidente, la Costa del Golfo y del área maya. Entre ellas se encuentra, identificada como lote 87, una cabeza maya ‘‘que representa a un señor joven, con una hermosa expresión hierática. La frente decorada con una corona con diadema circular probablemente con simbolismo solar. Usa orejeras grandes y sus ojos están estirados bajo la presión de una compresión craneal a la usanza de los miembros de la élite del clan”, se explica en el catálogo. La casa Millon pide entre 20 mil y 30 mil euros por esa pieza de estuco, en la que se perciben rastros de sus pigmentos originales y se encuentra ‘‘en buen estado para su edad” (dataría de la era clásica, 600-900 dC). En cuanto a su procedencia, sólo se indica que viene de la Ron Messick Gallery, de Santa Fe, Nuevo México, de una ‘‘antigua colección estadunidense”. Es el mismo precio que se pide por un vaso maya cilíndrico, fechado en 900-1100 dC, ‘‘tipo Codex, pintado con señor sentado en su trono sosteniendo en una de sus manos un pincel y en el otro una herramienta. Su cara de perfil luce una hermosa expresión concentrada y despierta, lleva una gorra magnífica que atestigua su importante estatus dentro del clan. Es de terracota policromada, decoración ligeramente borrada, tiene una pequeña microgrieta de 4 centímetros aproximadamente”. La pieza más cara de este grupo es la máscara de jade teotihuaca-na del Periodo Clásico (200-650 dC), del lote 52, la única acompañada por un par de ‘‘‘análisis científicos” que se entregarán a quien pague por ella hasta 120 mil euros. Algunos de los lotes que los especialistas del INAH dictaminaron que son auténticos son: 32, 36, 37, 38, 44, 45, 47, 49, 51, 52, 68, 69, 70, 79, 83, 84, 87, 89, 90, 91, 97, 101, 105, 120, 126 y 128. Se trata de bienes arqueológicos ‘‘invaluables”, dijo a La Jornada el arqueólogo Alejandro Bautista, subdirector de registro arqueológico del instituto. Reiteró que el valor de las obras que pretende subastar la casa francesa ‘‘es inestimable porque según nuestras leyes esos bienes arqueológicos deben estar fuera de cualquier mercado. Los montos que fijan las casas de subastas son en función de sus intereses comerciales y los beneficios económicos que persiguen al ofrecer en venta el patrimonio cultural no sólo de México sino de todos los países que se ven afectados”. Bautista informó que fue la propia Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE) la que dio aviso al INAH del anuncio de la subasta ‘‘y de inmediato se trabajó para conformar el expediente para la denuncia que se presentó el 3 de enero ante la Fiscalía General de la República. También la SRE emitirá una nota diplomática dirigida a las autoridades francesas para solicitar que no se realice la subasta que afecta al patrimonio cultural de México. ‘‘El dictamen pericial técnico que realizamos en el INAH para determinar qué piezas son prehispánicas, y por ley protegidas por nuestras leyes, es muy importante porque es la base para hacer el reclamo correspondiente. ‘‘Sin embargo, el proceso de recuperación no es sencillo porque implica una labor a nivel académico, jurídico, diplomático, administrativo, pues además resulta muy complicado determinar categóricamente cuándo y de qué sitio arqueológico en particular salieron los objetos, porque durante muchos años hubo una actividad clandestina. Pero sí es posible asignar una filiación cultural de los bienes. ‘‘Pero el instituto, desde el momento en el que tiene aviso de que habrá una venta, activa todo ese mecanismo para tratar de restituir el patrimonio de todos los mexicanos”, concluyó el especialista. ## Vía https://www.jornada.com.mx/2020/01/11/cultura/a02n1cul