TEXTO-PLANO ===================================================================== Revista digital 03 | 08 --------------------------------------------------------------------- 08 | El VICmodem ~peron --------------------------------------------------------------------- Michael Tomczyc se unió a la Commodore Bussiness Machines en Abril de 1980 como Asistente para su mercurial Presidente, el fundador de la Commodore, Jack Tramiel. Jack lo puso al timón como Gerente de Producto en una nueva línea de microcómputo, que él entendió como el primer ecosistema informático basado en un teclado con microprocesador propio y conectable a un televisor, la VIC-20. Tomczyck entendió el producto de 8 bits como una "computadora hogareña", y sentó las bases del mercado informático moderno con un producto multiventas. A pesar de sus funcionalidades risueñas, la VIC-20 no era un chiste, era el producto necesario en un momento donde el cómputo llegaba al hogar del neófito. La "computadora amigable" era un diseño no esotérico, no para espectarlo, sino para usarlo, y no permanecería relegada a los hobistas o entusiastas o a alguien con dinero. Commodore había diseñado la computadora pensando en el futuro del cómputo de Masas. Hasta William Shatner, el Capitán Kirk de la sesentosa Viaje a las Estrellas, iba de embajador de marca, y se cuenta que hasta el actor se maravilló de la maquinita. Aún así, Michael no duda en informar que "luego de la VIC-20, el logro técnico por el cual estoy más orgulloso es el VICModem". Este curioso aparatito impulsaría la noción de la telemática en los EE.UU. como nungún otro lo había hecho antes. En 1980-81, el módem más barato disponible en dicho país no bajaba de los 400 dólares, y la mayoría consistían en meros acopladores acústicos. Estos involucraban colocar el auricular en un soporte o cuna, de grandes dimensiones, incómodos y por demás caros. Existían ciertos módems de conexión directa que se vendían en las tiendas de computación y electrónica, pero ninguno bajaba de los 600 o 700 dólares, demencial para una computadora cuyo elemento rompedor era su precio de 300 dólares al lanzamiento. Tomzczyk buscaba darle a la explosiva comunidad de usuarios de Commodore una manera de intercomunicarse a través de CompuServe, que era una red de usuarios de acceso telefónico, anterior a Internet. Una de las características interesantes de la VIC-20 era que contaba con interfaz RS-232 incorporada, que fungía -en esencia- un conector de tipo telefónico, con otro formato. Los ingenieros de Commodore se encontraban muy ocupados como para dedicarse a trabajar en este proyecto, por lo que el gerente de producto decidió interesar a un tercero, una compañía que tercerizaba la fabricación de módems para depósitos industriales, y les pidió que trabajaran en el caso. Su requerimiento principal fue que el producto final debía costar menos de 33 dólares, a fin de poder colocarlo en góndola a 99 dólares (la fórmula que usaba por entonces la industria para obtener el precio en góndola era multiplicar por tres el costo de fabricación). Los ingenieros lucharon con un diseño según el esquema de un acoplador acústico, pero al presentar el producto en el Show de Electrónica de Consumidor, no pudieron lograr que costara menos de 50 dólares. Tomczyk volvió a su habitación de hotel consternado. Era pasada la medianoche, pero encontro allí a un pequeño grupo de sus propios ingenieros electrónicos, que estaban esperándolo. Se habían enterado de las tribulaciones -provocadas por los apretados tiempos productivos que imponía Tramiel en todos sus productos- y habían decidido obrar más allá de lo posible. El grupo le acercó al Gerente de Producto un diseño propio, en un anotador amarillo. El diseño no era muy diferente al otro, y se disculparon por que no pudieron lograr el objetivo de costo. Michael Tomczyk miró el diseño por un momento, y luego sacó una Bic del bolsillo y pasó una hoja del anotador. Con el papel en blanco contra la puerta, les preguntó: - Tenemos una interfaz RS232 incorporada en la máquina, lo que significa que se podría conectar el cable de teléfono directamente a la placa de la computadora, ¿verdad? Los tipos se miraron entre sí. - Y... bueno, si. El gerente les garabateó un monigote de un cartucho al que le salía un cable. - Ustedes me diseñan una electrónica que cueste menos de 33 dólares, yo la fabrico, la meto en un cartucho, y les pago a los seis un royalty 12 dólares por vendido. Les quedan 2 dólares a cada uno ¿les parece?". Los ingenieros saltaron de excitación de la idea, y le confirmaron que era técnicamente factible. El resultado fue el Commodore VICModem, "el primer módem para las Masas", con un precio inferior a los 100 dólares. El uso era sumamente sencillo. Se insertaba el cartucho-módem en el puerto de usuario de la VIC20, y un cable telefónico a la toma RJ9 del aparato a la toma telefónica RJ11 hogareña. Un LED rojo al lado del módem mostraba si estaba activo o no, y una palanquita al costado permitía ponerlo en modo "Contestar" o "Llamar". Se esperaba que el usuario desconectara el tubo del teléfono (conectado por la RJ9 y usara la base del teléfono para discar. Tras esto, se transmitía la información a 300 baudios gracias al VICterm, un programa suminstrado en casette que servía de emulación de terminal, y convertía -desde el vamos- a la VIC20 con el módem en una videoterminal compatible con la tres veces más cara DEC VT100. Lejos de ser un engendro, era una solución interesante que permitía conlgarse a cualquier red que siguiera el estándar VT o incluso el de IBM. Fue por ello el primer módem en superar el millón de unidades vendidas. Este volumen le permitió a Tomczyk negociar cara a cara con distintos proveedores de servicios de datos, algo que recién nacía por entonces. Junto con el cartucho-módem fue capaz de incluir unos 200 dólares de valor adicional en servicios de telecómputo (descuentos a CompuServe, The Source y el Dow Jones), a la vez que dictar presencia telemática en CompuServe le permitió desarrollar una comunidad de usuarios basados en las transmisiones de datos telefónicas. Se trató de la "Red de Información Commodore", un precursor temprano de las comunidades en línea que damos por sentadas al día de hoy. La Red de Información Commodore rápidamente se convirtió en la comunidad de usuarios mayor en surcar CompuServe. >A diferencia de lo que sucede hoy en día, por entonces los centros de datos comerciales puestos en línea como CompuServe (y America On-Line) pagaban a los creadores de contenido como Commodore por el tráfico de usuario. ¡Esto hizo que Commodore recibiera un primer cheque por la friolera de $36.000 dólares! Sin duda resulta interesante, pues el modus operandi era absolutamente el inverso a la manera en la que se trataría tan sólo unos pocos años después, cuando las redes de datos requerirían el pago de una tasa a los creadores de contenido. La Red de Información Commodore permitía también a sus usuarios comerciales dar respuesta a interrogantes ténicas de usuarios tanto noveles como veteranos de Commodore, lo que resultó importante para la empresa, puesto que únicamente contaba con media docena de estudiantes universitarios de la Universidad Drexler de Filadelfia, como grupo de servicio al cliente (establecído por Tomczyk para responder las consultas de clientes por vía telefónica). >Luego de los 300 baudios, los cartucho-modem fueron incrementando su velocidad hasta alcanzar 1200 baudios. Esta velocidad era aún cómoda para el envío de puro texto y programas que nunca superaban los pocas docenas de kilobytes. El éxito de la VIC20, y luego la superventas C64, volvió imposible que sólo 6 personas respondieran las preguntas del millón de propietarios de VIC20 y los 10 o más de C64. La Red de Información en CompuServe se volvió vital para destilar soluciones entre ellos, y formó parte de una estrategia de negocios y relaciones con los clientes orientada a la redes de datos que ni siquiera IBM había pergeñado por entonces. Las contribuciones de Michael S. Tomczyk se describen detalladamente en su volúmen de 1984 "Las Guerras de las Computadoras Hogareñas: Un relato de Commodore y Jack Tramiel" (que también se pudo leer en la Red de Usuarios de Commodore). "Hoy, todas estas funciones de contacto humano, y muchas mas -cámara, video, GPS, etc, se encuentran integradas en nuestros smartphones, permitido todo gracias a las innovaciones en nanotecnología". Afirma. El nuevo libro de Tomczyk "Nanoinnovación, lo que debe saber todo administrador" detalla el avance nanotecnológico, expuesto a través de más de 150 entrevistas a nano-pionereos y conocedores de más de 30 países distintos. ~peron =====================================================================