En el pretil del puente Las cabezas de los ahorcados En el agua de la fuente Las babas de los ahorcados En el enlosado del mercado Las uñas de los fusilados En la hierba seca del prado Los dientes de los fusilados. Morder el aire morder las piedras Nuestra carne no es ya de hombres Morder el aire morder las piedras Nuestro corazón no es ya de hombres. Pero nosotros leímos en los ojos de los muertos Y en la tierra haremos libertad Pero apretaron los puños de los muertos La justicia que se hará.