EL LEGENDARIO SPITFIRE MK I/II Introducción El Spitfire fue sin duda el tipo de avión de caza más famoso de todos los tiempos de la Royal Air Force, y la Batalla de Inglaterra, la acción más famosa en la que participó. Este libro describe la carrera operativa de las versiones Mark I y Mark II antes, durante, e inmediatamente después de esa acción épica. Prácticamente desde su puesta en servicio, el Spitfire se vio sometido a un programa continuo de modificaciones, trabajando los ingenieros de Supermarine en la mejora del fuselaje, y Rolls Royce fabricando versiones nuevas y más potentes del motor Merlin. Por supuesto, el Spitfire no hubiera servido de nada sin la destreza de los hombres que lo pilotaron. Este libro menciona también a muchos de los que lo guiaron en combate y, tras acreditar cinco o más victorias aéreas, consiguieron la distinción de "As". Al contar las victorias acreditadas, he tenido en cuenta únicamente las reivindicadas y demostradas, omitiendo reivindicadas no demostradas. Unos buenos amigos han aportado material y fotografías de utilidad para la preparación de este libro. Doy las gracias en especial a Norman Franks, Dilip Sarkar y Bruce Robertson. Ted Hooton ha contribuido haciéndome partícipe de sus profundas investigaciones sobre modificaciones del Spitfire y ayudando a los artistas a realizar las láminas de color más precisas jamás publicadas de los aviones pilotados por los ases. De nuevo declaro mi profundo agradecimiento a Chris Shores y Clive Williams por permitirme el uso de material de su magnífico libro de consulta Aces High. Se recomienda este libro en sumo grado a cuantos deseen saber más de los ases de la aviación de caza de la RAF. Alfred Price Enero de 1996 Primeros Combates Los Spitfire hicieron fuego en combate por vez primera el 6 de septiembre de 1939, tres días después de que Gran Bretaña declarara la guerra a Alemania. A las 06:45 horas, la estación de radar de alerta temprana de Canewdon, Essex, informó que se aproximaba por el este una unidad aérea no identificada. Durante los minutos siguientes, la entidad de la unidad aumentaba a cinco formaciones, de seis a doce aviones cada una. En realidad, debido a un fallo del sistema de detección del radar, las aeronaves que volaban al oeste de la estación aparecían en la pantalla como si estuvieran al este (es decir, en la dirección por la que se esperaba un ataque alemán). Varias unidades de caza despegaron con urgencia, dirigiéndose hacia el estuario del Támesis para interceptar a los "intrusos". Como consecuencia, sus ecos en el radar se juntaron con los de la fuerza fantasma que aparentemente se aproximaba por el este. El resultado fue una reacción en cadena; la "unidad hostil" parecía mayor cada vez que despegaba una escuadrilla de la RAF. En pocos minutos, el número de formaciones "que se acercaban" había aumentado a 12, todas ellas consideradas ya "hostiles". Parecía que la Luftwaffe estaba a punto de lanzar su anunciada acometida aérea contra Londres. A través de todo el este de Inglaterra, el sistema de defensa aérea alcanzó el grado de alerta total y a las 06:55 sonaron en la capital las sirenas de alarma aérea. Esa mañana hacía mal tiempo en el estuario del Támesis, con bancos de nubes espesas en el sureste de Inglaterra. Las baterías antiaéreas de Thameshaven y Sheemess entraron en combate con la "aviación enemiga" cuando estuvo a su alcance, derribando un caza Blenheim y dañando un Spitfire del Escuadrón 56. Minutos más tarde, cerca de Colchester, el líder de una escuadrilla de Spitfires del Escuadrón 74 avistó una formación de "aviones enemigos" justo delante. Con el sol reflejándose en los aviones, era difícil identificar su tipo, pero se deducía claramente de los mensajes de radio que había aviones enemigos en las proximidades. Los tres Spitfires se lanzaron en picado sobre las dos aeronaves que iban al final de la formación, derribándolas con fuego certero. Sin embargo, esos "aviones enemigos" resultaron ser Hurricanes del Escuadrón 56, que deshizo la formación para evitar posteriores ataques, mientras su jefe repetía por radio a sus pilotos: "No devolváis el fuego. Son de los nuestros." Aunque la situación se resolvió rápidamente, al término de la misma ambas partes se observaban mutuamente con nerviosismo. A las 08:00 horas, la llamada "Batalla de Barking Creek" llegó a su vergonzoso final, al escasear el combustible a los cazas y regresar éstos a sus bases. Sólo entonces quedó claro que esa mañana no había habido aviones alemanes en la zona. Para el Mariscal en Jefe del Aire (ACM) Dowding, Comandante en jefe (C-in-C) del Mando de Cazas, el incidente fue un duro golpe. ¿Qué había ocurrido con su sistema de control de cazas, diseñado con tanto esmero, para que se precipitara hacia su autodestrucción? La investigación posterior determinó que la causa fundamental del incidente fue un fallo técnico de la estación de radar de Canewdon. Una vez establecida la presencia de los "aviones enemigos," los choques posteriores fueron prácticamente inevitables, toda vez que los defensores eran inexpertos en combate y propensos en exceso a apretar el gatillo. El incidente puso de manifiesto la necesidad de un medio de distinción por radar de las unidades propias. Tal medio, el equipo IFF (Identificación Amigo-Enemigo) ya se encontraba en proceso de fabricación, pero su implantación recibió mayor prioridad que anteriormente. El jefe de la base de North Weald y los dos pilotos de Spitfire que derribaron a los Hurricanes fueron juzgados por un Consejo de Guerra, que impuso una condena leve al primero y absolvió a los segundos. Despliegue en Campaña Al comienzo de la Segunda Guerra Mundial, las factorías Supermarine de Southampton habían entregado a la RAF 306 Spitfires. De estos, 187 prestaban servicio en 11 Escuadrones del Mando de Caza (19, 41, 54, 65, 66, 72, 74, 602, 603, 609 y 61l) y otros 71 se encontraban en unidades de mantenimiento, listos para su envío al frente para reponer pérdidas. Once Spitfires servían de aparatos de prueba, bien con los fabricantes o con diferentes organismos oficiales de pruebas; uno estaba asignado a la Escuela Central de Vuelo para uso de los redactores que confeccionaban el Manual de Vuelo del Piloto, y los 36 restantes habían sido dados de baja, en su mayor parte debido a accidentes de vuelo. Durante los primeros meses de la guerra, todas las unidades de Spitfires tuvieron su base en Gran Bretaña. Así, durante la llamada "Guerra Falsa" período que duró hasta mayo de 1940, estos aparatos se enfrentaron a la aviación enemiga solamente en las raras ocasiones en que ésta se aproximó a las Islas Británicas. Los Spitfires entraron en acción por primera vez contra aviones verdaderamente enemigos el 16 de octubre de 1939. Ese día, nueve Junkers Ju-88A del l./KG 30 realizaron un ataque contra buques de guerra de la Royal Navy en la Ría de Forth, por lo que se requirió de urgencia a los Escuadrones 602 y 603, con base en Drem y Turnhouse respectivamente, para interceptar a los intrusos. El Teniente de Vuelo Pat Gifford, del Escuadrón 603 derribó un bombardero y los Tenientes de Vuelo George Pinkerton y Archie McKellar (que más tarde conseguiría 17 derribos en Hurricane Mk-I, incluyendo cinco en un día, con el Escuadrón 605 en 1940) del Escuadrón 602 destruyeron otro. Otros cazas del Escuadrón 603 entablaron combate con otro Ju-88, inutilizándole uno de sus motores con sus proyectiles, aunque consiguió regresar a Alemania. En los meses siguientes, los Spitfires libraron combates ocasionales con aviones alemanes aislados de bombardeo, minadores, o de reconocimiento. Sin embargo, en su mayor parte, fue un período de expansión de la unidad y de entrenamiento intensivo para las futuras batallas. A principios de mayo de 1940, ocho escuadrones más (64, 92, 152, 222, 234, 266, 61 0 y 616) habían recibido Spitfires,, aumentando así el total de la fuerza a 19 escuadrones. La "Guerra Falsa" llegó repentinamente a su fin el 10 de mayo de 1940 cuando las tropas alemanas lanzaron su ofensiva total en el oeste. Las acciones aéreas iniciales de tan desigual contienda tuvieron lugar fuera del alcance de las unidades de Spitfires con base en el sur de Inglaterra, pero la situación cambiaría pronto, cuando el 12 de mayo, dos días después, los Spitfires del Escuadrón 66 efectuaban una breve patrulla sobre La Haya y, tras una corta refriega con la Luftwaffe, reivindicaban la destrucción de una aeronave enemiga. Al día siguiente, la misma unidad entraba de nuevo en acción, esta vez sobre Rotterdam, reivindicando más derribos, pero perdiendo a su vez uno de sus aviones. Según parece, el primer combate aéreo entre Messerschmitt Bf-109 y Spitfires (del Escuadrón 74) tuvo lugar cerca de Caláis el 23 de mayo, sin que se produjeran pérdidas en ningún bando. La acción se incrementó los días posteriores, entrando en combate muchas más unidades de Spitfires. Por primera vez el avión de caza más rápido de la RAF entraba en acción contra aparatos enemigos de características similares; había llegado el momento de demostrar que el Spitfire podía soportar un castigo de la misma manera que podía imponerlo. El 25 de mayo fueron evacuadas de Dunkerque las primeras tropas aliadas. También ese día el Escuadrón 54 escoltaba a una Escuadrilla de Swordfish perteneciente al Arma Aérea Naval, que realizaba un ataque contra tropas alemanas entre las Gravelinas y Caláis. Los biplanos ejecutaron el ataque sin contratiempos y pusieron rumbo de regreso. Una vez a salvo, los Spitfires se vieron libres para dirigirse al sur en busca de acción. Pronto la encontraron, como recordaba más tarde el Oficial Piloto Gray: "De repente, nos encontramos en medio de una manada de 109. Abrí fuego sobre uno de ellos, pero lo suspendí al notar que salía humo por detrás de las alas de mi avión. Aquello me sorprendió, pensé que alguien me estaba disparando. Me volví, pero allí no había nadie; lo que había visto salir era humo de cordita, procedente de mis propias armas. Miré hacia atrás al Messerschmitt y vi al Sargento John Norwell (que posteriormente llegaría a ser un As) sobre la cola del aparato y al piloto alemán saltando en paracaídas". Norwell y Gray se anotaron al 50 % la destrucción del Messerschmitt. Gray perdió mucho tiempo observando el descenso de su víctima, el piloto alemán, error que estuvo a punto de costarle la vida. "De repente se produjo un estruendo infernal, como si alguien moviera una barra metálica sobre una superficie de hierro ondulado. La palanca de mando salió despedida de mi mano y fue a parar al rincón izquierdo de la cabina, el avión entró en barrena. Inmediatamente agarré la palanca de mando y la devolví a su posición; el Spitfire respondió al momento y comenzó a ascender. Miré tras de mí pero no vi a nadie; el piloto alemán no cometió el mismo error de observar mi descenso. Seleccioné + 4,5 kilogramos (empuje de emergencia) y continué la ascensión. El anemómetro indicaba 386 kilómetros por hora y yo pensé: ¡Esto es maravilloso de verdad! (La velocidad normal de ascensión rápida de un Spitfire era de unos 306 kilómetros por hora). Pero poco después, mientras continuaba la ascensión, el Spitfire comenzó a vibrar y parecía que iba a entrar en pérdida. No lo podía comprender, el anemómetro todavía indicaba 386 kilómetros por hora. Tiré de la palanca de mando pero la lectura seguía siendo 386 kilómetros por hora... Entonces comprendí lo que había sucedido. Un disparo había segado la cabeza del tubo Pitot y la aguja había descendido a la posición de 386 kilómetros por hora debido a la acción de la gravedad... "Nivelé el avión y consideré la situación. Un proyectil de cañón había atravesado el alerón izquierdo y fue lo que arrancó de mi mano la palanca de mando y provocó la violenta caída en espiral que me permitió deshacerme del Messerschmitt. No tenía ni anemómetro, ni presión de aire, ni hidráulica, lo que significaba que no tenía flaps ni frenos y no podía desplegar el tren de aterrizaje mediante el sistema hidráulico principal. Cerca de Hornchurch desplegué el tren de aterrizaje usando el sistema de emergencia de dióxido de carbono y vi cómo se abría bajo las alas el compartimento del tren de aterrizaje y se encendían dos luces verdes que indicaban que las ruedas estaban bajadas y aseguradas. "El aterrizaje fue muy difícil. Con los flaps arriba, entraba en aproximación a una altitud distinta de la habitual y, por supuesto, no tenía ni idea de mi velocidad. ¡El anemómetro todavía indicaba 386 kilómetros por hora! La primera vez entré demasiado rápido. El Comandante de la base de Hornchurch, Wg. Cdr. "Daddy" Bouchier, que observaba mi actuación, gritó: ¡Ese joven tonto de mierda. Va demasiado rápido. No lo conseguirá nunca! Tenía razón. Cuando estaba a punto de tomar tierra, me di cuenta de que no podría lograrlo y volví a despegar. La segunda vez entré a considerable distancia del campo de aterrizaje y reduje la velocidad del avión casi hasta la de pérdida. Esta vez aterricé y al tocar tierra, el cable del timón se partió finalmente y la columna de control cayó sobre mi estómago. Al examinar posteriormente el Spitfire, se descubrió que un proyectil había penetrado en el registro de inspección de la parte trasera del fuselaje, explotando en el interior. Los trozos de metralla habían salido por el revestimiento, dejándolo como un rallador de queso. Las botellas de aire estaban inutilizadas y las baterías también. Había agujeros de proyectil en las partes superior e inferior del fuselaje y, por descontado, el impacto en el alerón. Por los agujeros de entrada y salida de los proyectiles se deducía que el Messerschmitt se había lanzado sobre mí de arriba abajo por la derecha, un claro ejemplo de fuego de deriva. "Se colocó al Spitfire sobre caballetes, y se invitó a personal de la Vickers a que viera cuánto había sufrido el avión. Era el primer aparato que recibía una buena paliza y regresaba. Pronto habría muchos más." Colin Gray se convertiría en uno de los pilotos de Spitfire de más éxito, y también sería el máximo as neozelandés de la guerra. A pesar de sus numerosas acciones, la más memorable fue aquella en la que su falta de experiencia estuvo a punto de poner un final prematuro a su carrera de piloto. A medida que aumentaban los combates aéreos, ambos bandos sufrieron pérdidas. La evacuación terminó durante las oscuras primeras horas de la mañana del 3 de junio de 1940. Para entonces, tres pilotos de Spitfire, los Flt. Lt. Alan Deere y Robert Stanford Tuck, de los Escuadrones 54 y 92 respectivamente, y el Flg. Off. Gordon Sinclair, del Escuadrón 19, tenían cinco o más victorias acreditadas. Sin embargo, el Mando de Caza había sufrido pérdidas considerables durante la protección de la evacuación, perdiendo 72 Spitfires, casi un tercio de sus aparatos en el frente. Menos mal que esto ocurrió al final de la operación, pues Sir Hugh Dowding no tuvo más elección que aceptar esta alta tasa de bajas mientras continuó. No cabía pensar en dejar a las tropas de la Royal Navy ni a las aliadas a merced de la Luftwaffe. Interludio Nocturno Las especificaciones del Ministerio del Aire para el Spitfire requerían un "caza diurno y nocturno" y la defensa aérea nocturna fue parte de su papel operativo el primer año de guerra. Y, ciertamente, cuando el Spitfire entró en acción por primera vez, parecía que iba a ser tremendamente eficaz en ese cometido. El primer ataque a gran escala de la Luftwaffe contra objetivos tierra adentro en Gran Bretaña tuvo lugar la noche del 18 al 19 de junio de 1940. Unos 70 bombarderos del KG-4 se aprestaron a atacar los aeródromos de Leconfield y Mildenhall, los depósitos de combustible de Canvey Island y otros objetivos. Los atacantes, creyendo que tenían poco que temer de los cazas nocturnos, sobrevolaron la costa a alturas que oscilaban entre 10.000 y 15.000 pies, en dirección hacia sus objetivos. Sin embargo, hacía una noche brillante de luna llena con cielo despejado, y los bombarderos pagaron su error. Aviones de caza Blenheim y Hurricanes despegaron para salir al encuentro de los intrusos, al igual que los Escuadrones de Spitfires 19 y 74. El Flt. Lt. "Sailor" Malan, del Escuadrón 74, avistó un Heinkel He-111P del 4./KG-4 cerca de Felixstowe y lo abatió rápidamente continuando su patrulla y, pocos minutos más tarde, observó una gran actividad de los reflectores de las proximidades de Southend. Ascendió a 12.000 pies y se dirigió hacia la zona. Poco después los reflectores proyectaban un haz de luz sobre otro Heinkel. Malan inició el ataque y después informaría: "Disparé dos ráfagas de cinco segundos y vi cómo los proyectiles penetraban el avión enemigo, con una ligera deriva porque el piloto viró a la izquierda. El avión enemigo despedía un humo espeso y observé un paracaídas que se abría muy cerca de allí..." Malan contempló la caída del aparato (del Stab./KG 4) y vio cómo se estrellaba cerca de Chelmsford. Los Spitfires del Escuadrón 19 también tuvieron actividad, dirigiéndose al encuentro de la aviación enemiga situada cerca de Newmarket. El Flg. Off. John Petre avistó un Heinkel (también del 4./KG 4) y se disponía a atacarle cuando tuvo que retirarse repentinamente para evitar a un Blenheim que iba tras el mismo bombardero. Petre recuperó su posición sobre el intruso y abrió fuego, viendo cómo los proyectiles trazadores alcanzaban uno de los motores, que ardió inmediatamente. Sin embargo, en ese momento su avión resultó iluminado por un reflector, lo que permitió al piloto alemán efectuar un disparo preciso que incendió el depósito de gasolina del Spitfire. Petre saltó en paracaídas del avión en llamas y llegó a tierra con quemaduras graves en la cara y en las manos. Poco después, se estrellaban en tierra el Blenheim y el Heinkel. El Flg. Off. George Ball, también del Escuadrón 19, avistó otro Heinkel (del 6./KG 4) iluminado por los reflectores de las proximidades de Southend. Tardó cinco minutos en situarse en posición de fuego, pero sus ráfagas precisas alcanzaron a los dos motores, y el Heinkel se estrelló cerca del estuario del Támesis. Fue el último derribo de Ball, aunque después reivindicaría cuatro victorias más y otra compartida, pilotando Hurricanes con el Escuadrón 242 ese verano. Esa noche, en otro lugar, los Blenheims abatieron otro Heinkel y dañaron otro tan gravemente que se estrelló al aterrizar de emergencia cerca de Caláis. En total, la acción le costó al KG-4 seis He-111 destruidos (confirmado por los registros alemanes), cuatro de ellos por Spitfires. Justo una semana más tarde, la noche del 26 al 27, los Spitfires realizaron con éxito otra misión. Un He-111P-2 del 3./KG 4 caía frente a los Plt. Off. del Escuadrón 616 R. Smith y R. Marples (que conseguiría el título de As con el Escuadrón 4l), mientras el Flt. Lt. del Escuadrón 603 H. MacDonald (5 derribos, 3 derribos compartidos y 2 probablemente alcanzados) derribaba un He 111H-3 del 3./KG 26. Un segundo aparato de esa unidad sucumbió ante los Flg. Off. A. Johnstone (el primero de un total posterior de 7 derribos, 1 derribo compartido y 1 probablemente alcanzado) del Escuadrón 602, y J. Haig del Escuadrón 603, posiblemente con ayuda de las baterías antiaéreas. Sin embargo, la Luftwaffe aprendió pronto la lección de los primeros ataques nocturnos a Inglaterra. A partir de entonces, la aviación alemana que actuó sobre las Islas Británicas de noche, voló a una altura entre 18.000 y 20.000 pies, prácticamente fuera del alcance de los reflectores de baja potencia, actuando casi en la impunidad, aunque le resultara más difícil localizar los objetivos y, por lo tanto, sus bombardeos fueran mucho menos precisos. Durante las semanas siguientes, los Spitfires efectuaron numerosas salidas nocturnas en misiones de interceptación, pero nunca consiguieron tantos éxitos como los de la segunda mitad de junio. Con frecuencia los pilotos que salieron de noche en misión de interceptación, tuvieron que combatir contra los elementos y a veces ganaron éstos. El Flg. Off. Trevor "Wimpy" Wade (que más tarde se convertiría en As con 6 aviones derribados, 4 derribos compartidos y 6 probablemente alcanzados), del Escuadrón 92, escribió un relato de su patrulla la noche del 27 al 28 de julio, que ilustra perfectamente los problemas que afrontó: "Al poco de situarse la patrulla sobre la zona de Swansea -señalada, dicho sea de paso, por un permanentemente invisible triángulo de luces en cada extremo- cubierta de nubes hasta unos 8.000 pies de altura y con neblina en tierra hasta los 1.000 pies de altura, desechamos cualquier idea de mantener el vuelo sobre esa zona. Tras advertir al Jefe de Control que las condiciones empeoraban, me sentí con pleno derecho a cancelar la misión y repetir la petición de regreso a la base, denegada por el mando la primera vez que lo solicité. Podía haberme ahorrado tal pérdida de tiempo. La radio decidió hacer huelga, pues aunque yo podía escuchar con intensidad decreciente la preocupación constante que el controlador tenía por mi bienestar, él no escuchaba nada. Para mí, muy perdido y muy solo, era un estado de cosas muy precario. Tras volar alrededor de una hora por rutas encontradas y muy imprecisas, escuché una voz débil y frenética sugiriendo que me dirigiera al sur, pues parecía que ocurría algo al norte de la base. Pronto se hizo obvio que era otro desgraciado como yo. "Para entonces, naturalmente yo había perdido la fe en las comunicaciones con tierra, y me había resignado a practicar vuelo nocturno un rato más, con la esperanza de sacarle provecho algún día en el futuro. El manejo cuidadoso del motor me permitió prolongar la agonía un total de tres horas y cuarto. Como no deseaba acelerar mi fin estrellándome al intentar aterrizar, me quedaba sólo una alternativa, que fue por la que me decidí. Sin embargo, antes de llevarla a cabo, intenté infructuosamente una última comunicación con el Jefe de Control. "Que yo sepa, nadie escuchó mi ‘Me lanzo en paracaídas. Corto.’ También podía haber ocurrido lo contrario." Mientras tanto, las unidades de la Luftwaffe completaban su despliegue en nuevas bases en Francia, Holanda y Bélgica, preparándose para la acometida inminente contra Gran Bretaña. Sin embargo, antes de describir el papel crucial del Spitfire en esa batalla, consideraremos algunas de las modificaciones efectuadas como resultado de su experiencia inicial en combate. LA CASTA MEJORA Desde su entrada en servicio en otoño de 1938, el Spitfire sufrió modificaciones continuas, encaminadas a aumentar su utilidad como avión de combate. En este capítulo estudiaremos los cambios más importantes y consideraremos su repercusión en la capacidad operativa del caza. Mejora de las Hélices Los Spitfires de la primera serie iban equipados con una hélice de madera de dos palas de paso fijo. Los aparatos a partir del 78 iban equipados con la hélice de metal DeHavilland de tres palas y paso doble. Aunque la hélice nueva pesaba cuatro veces más que la de madera de dos palas (130 kilogramos frente a 31 kilogramos) la mejora en prestaciones fue sustancial. La distancia de despegue con viento en calma se redujo de 378 a 288 metros; la velocidad máxima a 20.000 pies aumentó de 581 a 588 kilómetros por hora, y el techo operativo subió de 31.000 a 34.000 pies. Poco después de la Batalla de Inglaterra se introdujo un nuevo tipo de hélice para los Spitfires de primera línea de combate, la hélice de tres palas con velocidad constante. Al trabajar conjuntamente con una unidad de velocidad constante fijada al motor, era posible el ajuste automático del paso de las palas para corregir las variaciones de velocidad y potencia del motor. De esta forma, la hélice funcionaba con la máxima eficacia con cualquier tipo de combinación de revoluciones por minuto, potencia y velocidad. Se dotó a los Spitfires Mark I y Mark II de dos tipos diferentes de hélices de velocidad constante, una fabricada por Rotol Company y la otra por DeHavilland. Las hélices de velocidad constante eran todavía más pesadas que las del tipo de doble paso (187 kilogramos frente a 131 kilogramos), pero reducían la distancia de despegue con viento en calma a 202 m, mejoraban sensiblemente en ascensión y hacían el avión mucho más manejable en combate. Blindaje Los aparatos iniciales no llevaban blindaje para el piloto ni para las partes vulnerables del avión. Al inicio de la guerra se hizo patente el valor de tal protección, pero existían límites cuantitativos incompatibles con el peso. Para proteger al piloto de disparos frontales de ametralladora, se colocó delante del parabrisas una gruesa lámina de cristal endurecido. También se colocó una plancha de aleación ligera de 3 milímetros de grosor sobre el depósito superior de combustible, para desviar proyectiles de pequeño calibre que incidieran con poco ángulo. Más tarde, se colocó un forro de acero de 27 kilogramos detrás del asiento del piloto para proteger la cabeza y espalda de disparos efectuados por la cola. Gasolina de 100 octanos En la primavera de 1940 la RAF comenzó a emplear gasolina de 100 octanos con la aviación táctica, en lugar de la de 80 octanos usada con anterioridad. Hubo que modificar los motores para usar el nuevo combustible, que mejoró las prestaciones a niveles por debajo de la altura de máxima aceleración (16.500 pies para el Spitfire Mk-l). El alto octanaje permitió el aumento de la potencia máxima de 2,2 a 4,4 kilogramos, sin riesgo de detonaciones que pudieran dañar el motor. El piloto podría seleccionar la potencia adicional durante un máximo de cinco minutos moviendo el mando de gases "a tope" hasta la posición más adelantada. La potencia de emergencia incrementaba la velocidad máxima en 40 kilómetros por hora a nivel del mar y 55, a 10.000 pies. También incrementaba las posibilidades de ascenso entre el nivel del mar y la altura de máxima aceleración. Equipo IFF Otra adición importante fue la instalación del equipo IFF (Identificación Amigo o Enemigo), que aumentó el peso del avión en 15 kilogramos. Las antenas aéreas tendidas entre los extremos del plano de cola y el fuselaje le restaban 3,2 kilómetros por hora a la velocidad máxima del caza. Sin embargo, la falta de tal equipo fue la principal causa de la caótica "Batalla de Barking Creek". La posibilidad de identificar por radar a los aviones justificó la ligera disminución de prestaciones resultante. Pedal de Timón con dos Travesaños Poco antes de la Batalla de Inglaterra, se dotó a todos los Spitfires del frente, de pedales de timón provistos de dos travesaños, el superior unos 15 centímetros más alto que el inferior. En vuelo normal, el piloto se sentaba en posición erguida, con los pies en el travesaño inferior. Antes del combate, el piloto colocaba los pies en el travesaño superior, con la consiguiente elevación de pies y piernas, adoptando el cuerpo una postura más horizontal. De esa manera aumentaba el "umbral de visión en negro" por lo menos en 1 G, permitiéndole realizar virajes cerrados conservando íntegras sus facultades. El cañón inicial de 20 milímetros Aunque la ametralladora Browning de 7,7 milímetros era razonablemente eficaz contra aviones que carecían de blindaje y depósitos de combustible autosellables, no era suficientemente potente contra los bombarderos dotados de esos ingenios. La solución obvia fue cambiarla por un arma de mayor calibre, y, tras examinar las disponibles, la RAF escogió el cañón francés de 20 milímetros Hispano-Suizo Tipo 404. Este cañón poseía una velocidad inicial muy alta y su capacidad de penetración en blindaje era superior a la de sus competidores de calibre similar. Consecuentemente, se planeó fabricar el arma bajo licencia en el Reino Unido. En julio de 1939 en Martlesham Heath se probó el prototipo del Spitfire provisto de cañón, dotado de dos cañones Hispano de fabricación francesa. Con toda su munición, el Spitfire modificado pesaba 3,7 kilogramos menos que su homólogo de ocho ametralladoras. No obstante, la resistencia al aire de los tubos del cañón y las protuberancias de los tambores de munición reducían la velocidad máxima 4,8 kilómetros por hora. En otros aspectos, el Spitfire con cañón se diferenciaba poco del normal. Sin embargo, cuando comenzaron las pruebas de tiro, el cañón sufrió interrupciones frecuentes. En el caza francés Morane MS.406, donde el cañón iba instalado sobre el motor y disparaba por el buje de la hélice, había funcionado bien. Pero en esa instalación la masa del motor absorbía la fuerza de retroceso. En el Spitfire los cañones se encontraban a los lados en soportes menos rígidos de las alas, único lugar donde cabían. Si el caza británico alcanzaba 1 G en el momento de hacer fuego, la alimentación del arma era defectuosa y el arma se interrumpía. Si un cañón se encasquillaba, cuando el otro disparaba, la falta de compensación del retroceso hacía muy imprecisa la puntería. Durante la primavera y principios del verano de 1940, los ingenieros de la RAF introdujeron una serie de cambios para solventar tales interrupciones. A principios de la primavera de 1940 el prototipo de Spitfire con cañón funcionaba lo suficientemente bien para comenzar su fabricación a pequeña escala. Bautizado como Mark IB, entró de servicio en el Escuadrón 19 en junio, pero pronto quedó claro que había sido prematura la introducción del cañón Hispano en la línea del frente. Cuando el escuadrón entró en acción en agosto de 1940, la fiabilidad del arma era muy baja. Durante el combate del día 16, sólo funcionaron correctamente los dos cañones de uno de los siete Spitfire que participaron. El día 19 no funcionó ninguno de tres, el 24 dos de ocho y el 31 tres de seis. Después de esos fracasos, el líder del Escuadrón, R. Pinkham se quejaba así a sus superiores: "Considerando las acciones realizadas hasta ahora, se estima que si la unidad hubiera estado dotada de cazas con ocho ametralladoras, habría infligido al enemigo pérdidas mucho más graves. Hasta que se subsanen las interrupciones experimentadas, urge equipar a este escuadrón de Spitfires con ametralladoras Browning..." El ACM Dowding aceptó la sugerencia de Pinkham y a primeros de septiembre la unidad cambiaba sus cazas con cañón por Spitfires con ocho ametralladoras. El Mark IB armado de cañón Hispano ya no intervino más en la Batalla de Inglaterra. Aumento de Peso La velocidad máxima normalmente atribuida a un Spitfire 1 era 583 kilómetros por hora a 18.500 pies, pero esas cifras se refieren al aparato K9787, de la primera fase de fabricación. Pesaba 2.170 kilogramos y carecía de las modificaciones descritas en este capítulo. En el verano de 1940 el peso total de un Spitfire 1 equipado totalmente había aumentado a unos 2.294 kilogramos, y su velocidad máxima se había reducido a unos 564 km/h. Sin embargo, era una máquina de combate mucho más potente que el avión original. El Mark II hace su Aparición En junio de 1940 las grandes fábricas Nuffield de Castle Bromwich, en las proximidades de Birmingham, comenzaron la producción en serie del Spitfire Mark II. Exteriormente difería poco del Mark I de la fase final de fabricación. En realidad la única diferencia importante era el motor Merlin Xll, ligeramente más potente, dotado de un arranque de cartucho Coffmann y de un sistema de refrigeración a presión a base de glicol. El Merlin Xll desarrollaba 110 CV más que la versión del motor del Spitfire I, proporcionando a la nueva versión una punta de velocidad máxima y de potencia de ascenso superiores a las de un Mark I de similar equipamiento. Debe señalarse, no obstante, que la velocidad máxima del Mark II era ligeramente inferior a la de un Mark I de la primera fase de fabricación. En agosto de 1940 llegaba el primer Spitfire II al Escuadrón 611 en Digby y durante los meses siguientes, los Escuadrones 19, 74 y 266 recibieron el nuevo modelo. A partir de entonces, el Mark II sustituyó al Mark I en varias unidades, concentrándose los escuadrones dotados de los primeros en el sureste de Inglaterra, donde los combates eran más duros. LA BATALLA DE INGLATERRA La Batalla de Inglaterra se inició en julio de 1940, ganando rápidamente en intensidad durante las semanas siguientes. Incluso un relato superficial de esa acción épica requeriría un libro mucho más extenso que éste y, dado que ese tema se trata con la debida profundidad en otros trabajos, este relato se centra en la táctica del Mando de Caza, en su sistema de "gestión de la batalla" y en la participación de los Spitfires en la acción de la tarde del 15 de septiembre de 1940, día de la Batalla de Inglaterra. Táctica de los Cazas de la RAF Al comienzo de la guerra, la mayor parte de las fuerzas aéreas tenían muy poca idea de cómo se enfrentarían en combate los cazas a sus correspondientes enemigos, o incluso si se enfrentarían. Los nuevos cazas monoplanos de alta velocidad estaban concebidos principalmente para destruir a los bombarderos. Sus principales requisitos eran velocidad y potencia de ascenso, considerándose bastante menos importante su capacidad de maniobra. Muchos expertos creían que el considerable aumento de las prestaciones de los aviones de caza desde la Primera Guerra Mundial significaba que ya no era posible un combate con maniobras a gran velocidad. El Manual de Táctica Aérea de la RAF (edición de 1938) decía: "La maniobra a gran velocidad ya no es practicable en el combate aéreo, porque el efecto de la gravedad sobre el cuerpo humano en los cambios rápidos de dirección a alta velocidad provoca una pérdida temporal de conciencia, dificulta el fuego de deriva y la precisión del tiro." La guerra pondría pronto de manifiesto que el combate con maniobras a gran velocidad era en verdad un trabajo incómodo, fatigoso y normalmente duro. Aun así, algunos pilotos de caza lo veían como un obstáculo de menor cuantía, no como algo que limitara su eficacia. Durante los primeros meses de guerra, la geografía fue el principal obstáculo que impidió al Spitfire enfrentarse en acción a los cazas enemigos. Todas las unidades de Spitfire tenían su base en Gran Bretaña, y los cazas de la Luftwaffe con base en Alemania no tenían la autonomía o la necesidad suficiente para aproximarse a las Islas Británicas. El Mando de Caza daba por sentado que los bombarderos enemigos que atacaran objetivos en Gran Bretaña no llevarían cazas de escolta. No se consideró la posibilidad de que Francia fuera derrotada y ocupada, y que Gran Bretaña continuara la lucha en solitario. Para que una unidad de caza derrotara a una formación de bombarderos enemigos sin escolta, era necesaria la concentración de la mayor potencia de fuego posible, lo que suponía situar una formación de cazas próxima a la retaguardia de los bombarderos, desde la cual las patrullas, de tres aparatos cada una, lanzarían una serie de ataques. Con este fin, el Mando de Caza adiestró a sus pilotos en el empleo de formaciones compactas de escuadrillas de 12 aviones, divididas en cuatro patrullas de tres aparatos. Las patrullas volarían en fonnación en "V" con el caza del líder en cabeza y los siguientes alineados por su cola a corta distancia. Se ensayaron varios de los ataques acordados hasta que se realizaron con precisión matemática. Una vez en contacto con los bombarderos, el líder situaría sus cazas a corta distancia de la retaguardia enemiga y atacaría con su escuadrilla (y otra vez en palabras del Manual de Táctica Aérea de 1938): "... continuando el ataque hasta haber agotado la munición, derribado al avión enemigo, o ser derribado o inutilizado su avión." Las otras tres patrullas irían sucesivamente detrás de la del líder, atacando cuando la precedente le dejara el camino libre. Antes de la Segunda Guerra Mundial la Luftwaffe tenía un punto de vista muy diferente respecto a la posibilidad de combates caza contra caza. Durante la Guerra Civil española, sus tropas habían aprendido que era muy posible que se produjeran combates con maniobras entre cazas modernos en un conflicto de envergadura. A tal efecto, los pilotos de caza alemanes empleaban un sistema nuevo de táctica flexible, basado en la pareja de aviones o Rotte. En vuelo de crucero, los dos aparatos volaban a unos 180 metros uno del otro, casi en línea con el jefe, que iba ligeramente adelantado, vigilando cada piloto la parte interior de la formación para cubrir los ángulos muertos trasero e inferior del avión de su compañero. En combate, su misión principal era cubrir la cola del jefe para evitar un ataque enemigo por sorpresa, lo que permitía al líder dedicar toda su atención a atacar al enemigo. Dos Rotten en apoyo mutuo componían una *Schwarm de cuatro cazas. De repente, a primeros del verano de 1940, El Mando de Caza se enfrentó a una situación totalmente nueva. En el norte de Francia, la poderosa aviación de caza de la Luftwaffe comenzó el traslado a campos de aterrizaje desde los que tenía posibilidad de sobrevolar el sureste de Inglaterra, a partir de cuyo momento las formaciones de bombarderos con escolta constituyeron más la regla que la excepción. Los cazas de la RAF no podían evitar el choque con sus homólogos alemanes si intentaban interceptar a los bombarderos. La eficacia de una formación para el combate caza contra caza depende de tres factores importantes: Primero, la habilidad de la formación para maniobrar manteniendo la cohesión; segundo, la habilidad de los pilotos para cubrir los ángulos muertos de los otros y evitarles un ataque por sorpresa; y tercero, la posibilidad de que cada avión de la formación reciba apoyo de los demás si es atacado. La formación táctica empleada por la Luftwaffe era superior en los tres factores a la formación compacta empleada por la RAF. La Schwarm podía virar igual que un solo avión, mientras la capacidad de viraje de la formación de la RAF estaba limitada por la necesidad de pivotar sobre el avión situado más al interior del giro. En vuelo de crucero, todos los pilotos de la Schwarm se dedicaban a localizar al enemigo, estando cada hombre bien situado para observar los ángulos muertos de detrás y debajo de los aviones de sus camaradas. En la compacta formación de la RAF sólo el jefe intentaba localizar al enemigo, concentrándose los demás pilotos en mantener su puesto en formación, quedando poco cubierta la zona inferior de retaguardia de la formación, que los cazas enemigos podrían aprovechar y aprovechaban. Si una Rotte o una Schwarm resultaban atacadas, efectuando un giro rápido conseguían una posición que suponía una amenaza para el atacante. Si un avión de la escuadrilla de retaguardia de una formación de la RAF era atacado, la acción terminaba normalmente antes que otro piloto pudiera acudir en su ayuda. En Francia y durante el período inmediatamente anterior a la Batalla de Inglaterra, las unidades de caza de la RAF fueron derrotadas con frecuencia por efectivos alemanes inferiores. Una vez descubierta esta vulnerabilidad no había tiempo para una revisión a fondo de la táctica, con la Batalla de Inglaterra a punto de comenzar. El Plt. Off. Bob Oxspring pilotó Spitfires con el Escuadrón 66 en esa batalla y acreditó 8 aviones enemigos destruidos, 1 destruido en común y 3 dañados. Lo relató así a este autor: "Sabíamos que nuestra táctica tenía muchos errores, pero no había tiempo de modificar todo lo que habíamos practicado. No teníamos tiempo para hacer experimentos cuando entrábamos en combate tres o cuatro veces al día. Aún más, nos llegaban pilotos de refresco directamente de las escuelas de vuelo, entrenados apenas en el manejo del antiguo modelo de formación. Sencillamente, no hubieran podido adaptarse a algo tan radicalmente distinto." Como recurso, la formación compacta se hizo más abierta, permitiendo que los pilotos buscaran al enemigo en vez de concentrarse en mantener su puesto en formación. Asimismo, una escuadrilla o un par de aviones volaba siguiendo una ruta serpenteante unos 1.000 pies por encima y a cola de la formación para evitar un ataque por sorpresa por retaguardia. Estas medidas mejoraron en alto grado la posibilidad de búsqueda y de apoyo mutuo de la formación, aunque no su capacidad para virar con rapidez sin perder cohesión. Gestión de la Batalla Aunque el tipo de formación táctica empleado por el Mando de Caza de la RAF era inferior al empleado por la Luftwaffe, eso era sólo un aspecto de la táctica del combate aéreo. Otro aspecto, posiblemente de mayor importancia, era la técnica llamada de "Gestión de la Batalla" y en ésta la RAF era muy superior. Cuando un Gruppe (escuadrón) alemán se dirigía hacia la costa de Inglaterra para cumplir una misión, sus pilotos sólo sabían lo que les habían dicho en la reunión previa al vuelo y lo que veían ellos y otras unidades y se comunicaba por radio. Los Gruppen no podían comunicarse entre ellos, careciendo así de una respuesta coordinada a una acción inesperada de los defensores. En la RAF era completamente diferente. Gracias al sistema de control de los cazas desde tierra establecido por *Dowding, el jefe de los defensores podía graduar la respuesta a la amenaza enemiga, a medida que se desarrollaba. Igualmente podía concentrar y empeñar sus fuerzas donde y cuando quería. Para ver el funcionamiento del sistema de mando de los escuadrones de la RAF en combate, veremos cómo funcionó el 15 de septiembre de 1940, día de la Batalla de Inglaterra. El combate se libró en la zona del Grupo XI, cuyo jefe, el AVM Keith Park dirigió la defensa desde su sala subterránea de operaciones de Uxbridge, al oeste de Londres. Algunas publicaciones afirman que el Grupo XI entró en acción por escuadrillas individuales, a diferencia del Grupo Xll, que lo hizo en formaciones de mayor entidad. El modelo de salidas realizadas esa tarde por el Grupo XI evidencia un panorama más complejo. Los Escuadrones de Hurricanes entraron en acción constituyendo diez parejas y con cuatro aviones actuando individualmente, en tanto que tres de las unidades de Spitfires lo hacían constituyendo una sola unidad, dos actuaban por parejas y dos actuaban individualmente. Otro bulo repetido con frecuencia afirma que los Escuadrones de Hurricanes y Spitfires actuaron juntos, los primeros para encargarse de los Messerschmitts de escolta, mientras los segundos se ocupaban de los bombarderos. En realidad, los escuadrones del Grupo XI actuaban sólo con unidades del mismo tipo, lo que tenía más sentido táctico porque permitía a los Spitfire actuar a pleno rendimiento sin tener que moderar la marcha para mantener al contacto con los Hurricanes. El Bf-109E era el tipo de caza alemán más efectivo, pero una misión a la zona de Londres lo colocaba al límite de su radio de acción eficaz. La esencia de la táctica consiste en explotar las vulnerabilidades del enemigo. Park conocía el talón de Aquiles del caza alemán y buscó la forma de aprovecharlo. Todo lo que pudiera hacer para obligar a los Bf-109 a consumir rápidamente el combustible sería una ventaja para sus pilotos. Cuando los primeros aviones alemanes estuvieron al alcance de los radares costeros británicos, fueron situados en las mesas trazadoras de las diferentes salas de control del Mando de Caza. En Uxbridge, la primera reacción del Jefe de Control fue ordenar que despegara un Spitfire desde Hawkinge, cerca de Folkestone, aeródromo avanzado del Mando de Caza. El As Flg. Off. Alan Wright (11 aviones derribados, 3 victorias compartidas, 2 "probablemente dañados" y 5 victorias probables) del Escuadrón 92, se situó a gran altura sobre el Estrecho de Dover para informar de la naturaleza y composición de las fuerzas alemanas que se aproximaban. Hacia las 14:00 horas, cuando la formación de bombarderos alemanes dejaba la costa de Francia, Park comenzó a dispersar sus unidades para hacer frente a la amenaza. Ordenó que dos Escuadrones de Spitfires (222 y 603) patrullaran sobre Hornchurch a 20.000 pies, mientras enviaba seis unidades de Hurricanes para que patrullaran por parejas a altitud media sobre Chelmsford, Kenley y Hornchurch, respectivamente. Cuando quedó delimitada la línea de avance de los invasores, los cazas se dirigieron a interceptarlos. Entre las 14:05 y las 14:15 horas despegaron cuatro Escuadrones más de Spitfires. Dos (41 y 92) se dirigieron a patrullar sobre Hornchurch a 20.000 pies mientras se enviaba a los dos restantes (66 y 72) a cubrir Biggin Hill a esa misma altitud. Dos pares de escuadrones de Hurricanes patrullaban sobre Northolt y Kenley respectivamente, y se enviaron unidades aisladas a patrullar sobre Maidstone y el área del puerto de Londres. Mientras los defensores ganaban altura, la vanguardia de los invasores cruzaba la costa por Dungeness y viraba para poner rumbo a la capital. La unidad de bombarderos comprendía tres Gruppen de Do-l7Z (dos del KG-2 y uno del KG-3) y dos de He-111H (KG-26 y 53), un total de 114 bombarderos desplegados en una zona de 10 kilómetros de frente por 5 de profundidad. Sus objetivos eran las instalaciones portuarias y los almacenes de las dársenas de Surrey Commercial, West India, Royal Victoria y Royal Albert. La fuerza de escolta comprendía unos 360 Bf-l09E de los JG-3, 27, 51, 52, 53 y 77. Cada Gruppe de bombarderos tenía un número parecido de Emils de escolta próxima, mientras otros cinco Gruppen proporcionaban cobertura lejana a los bombarderos. Otros cinco Gruppen tenían libertad de actuación, para intentar trabar combate contra las unidades defensoras que se dirigían a interceptar al grueso. Cuando el grueso de la aviación alemana se dirigía tierra adentro, los escuadrones de caza de la RAF se lanzaron al combate. El AVM Park realizó la acción en tres fases, comenzando la primera inmediatamente después de que las fuerzas invasoras alcanzaran la costa, con la entrada en acción de tres escuadrones de Spitfires (41, 92 y 222) que trataron de penetrar la formación de bombarderos (deberían haber sido cuatro los escuadrones de Spitfires, pero el 603 se retrasó y no pudo reunirse con las otras). Los cazas de escolta alemanes respondieron al ataque, teniendo lugar un choque intrascendente, pero que sirvió a los propósitos de Park. Los Bf-109, obligados a volar a máxima potencia, consumieron el combustible con mayor rapidez que en vuelo de crucero y, en consecuencia, dispusieron de menos tiempo del previsto para el combate cuando se encontraron sobre la capital. La segunda fase comenzó poco después de la primera y estaba encaminada a mantener la presión sobre los invasores. En las proximidades de Maidstone, dos Escuadrones de Hurricanes, seguidos por otros dos unos minutos más tarde, atacaron a los bombarderos. Para la tercera y última fase Park reunió 23 escuadrones de refresco -todas las unidades restantes- sobre las afueras del este de la capital. Había además cinco escuadrones del Grupo Xll "Big Wing" en el norte y dos del Grupo X en el oeste, que también se dirigieron hacia esa zona. Por la tarde, el sistema de control de los cazas funcionó de manera ejemplar. Los tres Grupos de caza enviaron un total de 30 escuadrones de Spitfires y Hurricanes a enfrentarse a los invasores que atacaban Londres, y todos ellos interceptaron y fijaron a parte de las fuerzas alemanas. Para realizar el esfuerzo principal del combate, Keith Park eligió la zona situada delante de Londres, donde los Bf-109 se encontrarían al límite de su radio de acción. El libro Día de la Batalla de Inglaterra, 15 de septiembre de 1940, de este autor, ofrece una descripción detallada de esta acción. La fuerza invasora sufrió un severo castigo, de los 114 bombarderos alemanes que habían cruzado la costa, 21 (el 18%) fueron derribados. Otros muchos sufrieron daños graves y cerca de una docena de cazas de escolta fueron derribados también. El Mando de Caza perdió 5 Spitfires y 13 Hurricanes durante la acción. RECUERDO DE LOS ASES DEL 15 DE SEPTIEMBRE DE 1940 El Flg. Off. "Butch" Baker voló ese día con el Escuadrón 4l. A finales de 1940 su palmarés de victorias era de 4 aviones enemigos derribados, 2 victorias compartidas y 5 dañados. Con su propia unidad y con los Escuadrones 92 y 222, Baker participó en el intento inicial de retar a las fuerzas invasoras. Intentó atacar a un Bf-109 situado por encima de él, pero al levantar el morro de su Spitfire para poder apuntar, perdió mucha velocidad. El caza comenzó a vibrar, entró en pérdida un ala y después en barrena. Baker comentó a este autor: "Salí de la barrena y cuando me retiraba vi una formación de Heinkels que volaba por debajo y en dirección hacia mí. Mi primera reacción fue causar todo el daño posible. Me situé sobre ellos y pulsé el disparador en cuanto tuve a uno en el punto de mira. No me preocupaban los escoltas, volaban demasiado alto para intervenir. Continué avanzando directamente hacia la formación. Vi que mis disparos alcanzaban el morro del Heinkel que iba al final de la formación y continué descendiendo en picado." Cuando descendía del lugar del combate, Baker se encontró repentinamente solo en el cielo. Volvió a ganar altura, buscando a su alrededor a los cazas enemigos. Luego, algo más abajo, vio a un Heinkel aislado, que se había visto obligado a abandonar la formación y regresaba a su base. Dos Hurricanes lo estaban atacando, y Baker se les unió y le disparó hasta agotar la munición. El motor de la izquierda comenzó a despedir humo y el Heinkel perdió altura rápidamente. El He-111H4 del l./KG 26 se estrelló posteriormente cerca de Foulness y su tripulación fue hecha prisionera. Tras esa acción, Baker acreditó un Heinkel dañado y una participación en la destrucción de otro. Bob Oxspring intervino en la acción de esa tarde con el Escuadrón 66, entonces con base en Gravesend. Una lección que había aprendido la unidad del modo más brutal era la vulnerabilidad de una formación de cazas durante el ascenso ante el ataque de los Messerschmitts. Un Escuadrón de Spitfires en combate ascendía a una velocidad de unos 386 km/h. Los Bf-109 descendiendo en picado conseguían velocidades próximas a los 644 kilómetros por hora, lo que significaba que los cazas defensores tenían pocas posibilidades de evitar su ataque o repelerlo. La única solución era "ignorar las regias un poco", como explicaba Oxspring: "Al principio nos enviaban directamente contra la formación enemiga, resultando que llegábamos por debajo de ella con altura insuficiente y en posición perfecta para que nos ametrallaran sus cazas. De ese modo perdimos varios cazas. Para superar ese problema teníamos que ignorar un poco al Jefe de Control y comenzar la ascensión desde Gravesend volando hacia el oeste. Al sobrevolar la zona del Estadio de Wembley virábamos y poníamos rumbo al enemigo. Eso nos proporcionaba 10.000 pies extras cuando nos enfrentábamos al enemigo, con la ventaja que suponía, aun cuando tardábamos unos minutos más en alcanzar la posición." La unidad de Bob Oxspring fue una de las que participaron en la acción sobre las afueras del este de Londres aquella tarde. Su jefe, el veterano piloto de antes de la guerra, Comandante Rupert Leigh (1,5 derribados) situó sus nueve Spitfires para realizar un ataque frontal contra 24 He-111 del KG-53. Oxspring y otro piloto ofrecían cobertura a una mayor altura para mantener alejado a cualquier Messerschmitt que intentara intervenir. Oxspring recordaba: "Mientras los otros atacaban, yo estaba un poco preocupado por unos Me-109 situados sobre mí, y viré en redondo para librarme de ellos. Gané altura por si había combate, teniendo cuidado de no perder velocidad durante el ascenso. Lo peor que te puede pasar es que el enemigo te ataque cuando vas a velocidad de ascenso." Leigh ordenó a los otros Spitfires pasar a formación en ala, emprendiendo un suave descenso en picado para ganar velocidad. Después, levantó el morro y atacó a los Heinkels por el morro y un poco más abajo, donde su armamento era más débil. Los demás pilotos le siguieron y uno tras otro los Spitfires se acercaron, dispararon un ráfaga corta y se alejaron. Desde su privilegiada posición Bob Oxspring observaba con cautela a los Messerschmitts, que debían tener su atención concentrada en otros cazas británicos de la zona, pues continuaron su camino impertérritos. "Como no parecían dispuestos a intervenir, descendí tras mi escuadrón y ataqué a favor del sol uno de los bombarderos. Con la munición de 7,7 milímetros nunca sabías si habías dado a un avión enemigo a menos que vieras un destello u otra forma evidente del daño causado. El Heinkel abandonó la formación. Yo seguí mi rápido descenso y atravesé la formación." MEJORAS POSTERIORES Y CAMBIO DE TÁCTICAS Cambio del Armamento del Spitfire Aunque la entrada en acción del Spitfire armado con el cañón Hispano resultó un fracaso, la carencia de poder de penetración de la ametralladora Browning de 7,7 milímetros le hizo figurar en lugar preferente de la lista de pedidos del Mando de Caza. Finalmente, un programa de choque erradicó los defectos de instalación del cañón Hispano en los Spitfires, aunque no a tiempo de permitirle desempeñar un papel importante en la Batalla de Inglaterra. Aunque el cañón ya disparaba debidamente, quedaba un gran problema por resolver: el depósito de 60 disparos de dotación del Hispano contenía munición para hacer fuego solamente durante 5 segundos, insuficiente para el combate normal aire-aire. Consecuentemente, el siguiente lote de Marks I con cañón entregados a la RAF llevaba un armamento mixto de dos cañones Hispano y cuatro ametralladoras. Era una buena fórmula de compromiso, y en noviembre de 1940 se equipó al Escuadrón 92 con esa variante. Al igual que ocurriera anteriormente con el Spitfire de dos cañones, la nueva variante se llamó Mark Ib, y para diferenciarla de los Marks I con ocho ametralladoras, se llamó a estos últimos Mark Ia. Los primeros Spitfires II llevaban las ocho ametralladoras, pero más adelante se equiparon algunos de esos aviones con dos cañones y cuatro ametralladoras. Se les dio el nombre de Mark IIb, cambiando el nombre de los aviones con ametralladoras por el de Mark IIa. Alerones Metálicos Una limitación importante del primitivo Spitfire en el combate era que si rebasaban los 646 kilómetros por hora en vuelo en picado, los alerones parecían bloquearse, teniendo que emplear el piloto toda la fuerza de sus dos brazos para conseguir un leve movimiento lateral del mando. Las pruebas del túnel aerodinámico descubrieron que la causa del problema era el "aglobamiento" del tejido que recubría la superficie de control, haciendo necesaria un fuerza mucho mayor para mover el mando. Para solucionar el problema, Supermarine fabricó un juego de alerones recubiertos de aleación ligera en lugar de tejido. La cubierta metálica no se "aglobaba" a alta velocidad, y en noviembre de 1940 se dotó a los Spitfires de alerones metálicos. Los pilotos que los utilizaron manifestaron la mejoría en el manejo de los cazas a alta velocidad, por lo que tras el éxito de las pruebas el Mando de Caza ordenó la realización de un programa de choque para dotar de alerones de metal a los Spitfires I y II de las unidades de combate y a todos los aparatos nuevos que salieran de la cadena de montaje. El Mk-II de Largo Alcance Las operaciones sobre Dunkerque en mayo y junio de 1940 evidenciaron el corto radio de acción de los Spitfire. En aquel tiempo el depósito desechable era una idea cuya utilidad no se había demostrado y por eso no se había fabricado uno de ese tipo para el Spitfire ni para ningún otro caza británico. En su lugar, Supermarine dotó a un Mark I (P9565) de un depósito adicional para grandes distancias, con una capacidad de 136 litros, situado dentro del ala izquierda. Sin embargo, el desequilibrio que aparejaba tal instalación dificultaba el manejo del avión, especialmente a alta velocidad. Con la Batalla de Inglaterra a punto de comenzar, se sintió la necesidad de tener el mayor número posible de Spitfires normales, disminuyendo el interés por la versión del caza de largo alcance. A principios de 1941 el Mando de Caza comenzó a realizar movimientos ofensivos y misiones de escolta a bombarderos sobre el noroeste de Europa, despertándose de nuevo el interés por la versión del caza de largo alcance. Se fabricaron unos 60 Spitfires con un depósito fijo de 182 litros, situado bajo el ala izquierda. Llamado Mark II Long Range, este avión de peso desequilibrado entró en acción por vez primera durante la primavera de 1941 y prestó servicio en combate en varias unidades, en algunos casos muy poco tiempo, antes de pasar a otros escuadrones. Los Escuadrones 19, 66, 118, 152, 222, 234, 501 y 616 volaron esos aparatos en algún momento. Comparada con la versión normal del Mark II, la versión de largo alcance poseía menor capacidad de maniobra, su velocidad máxima era 42 kilómetros por hora menor, tardaba 2 minutos y 48 segundos más en ascender a 20.000 pies y su techo eficaz era 3.700 pies menor (ver las especificaciones del aparato P8036, al final del libro). No obstante, dado que llevaba casi un 50% más de combustible que el Mark II normal, la variante de largo alcance demostró su validez como escolta de bombarderos. Nuevas Tácticas Tras la Batalla de Inglaterra, el rápido descenso de las operaciones aéreas permitió que el Mando de Caza retirara los escuadrones de la zona de combate para su descanso, recuperación, reconstitución e instrucción. En aquel entonces la mayoría de las unidades empleaban la formación táctica ya descrita, aunque algunos jefes habían aplicado pequeñas variantes de su invención. Mientras tanto, el Jefe del Escuadrón 74, Comandante "Sailor" Malan ideó un tipo nuevo de formación táctica. En vez de dividir la escuadrilla de 12 aviones en cuatro secciones de tres aparatos, la dividió en tres secciones de cuatro. Fue una diferencia notoria, porque si la formación se dispersaba, sus cuatro secciones se dividían fácilmente en dos elementos de combate, de dos aviones cada uno, que operaban como un Rotte alemán. Malan creía, acertadamente, que a una unidad combatiente de tres aviones le sobraba uno, mientras que un caza aislado en la zona de combate era una presa fácil. En la nueva formación de Malan los tres jefes de escuadrilla volaban formando una "V" muy abierta, con el resto de sus secciones alineadas a cola. La formación de Malan era muy superior a la empleada anteriormente por el Mando de Caza, en cuanto se refiere a los tres criterios de efectividad de una formación de caza: maniobrabilidad con cohesión, cobertura de los ángulos muertos y apoyo mutuo. La formación abierta con alineación a cola permitía un vuelo fácil y que los pilotos dedicaran buena parte de su tiempo a localizar al enemigo y se cubrieran mutuamente los ángulos muertos. Pronto se reconoció el valor de la nueva formación y con el paso a operaciones ofensivas en 1941, se convirtió en la formación normal de combate. "Sailor" Malan ideó también los famosos Diez Mandamientos de la Lucha Aérea, que encerraban la esencia del combate aéreo y se distribuyeron por todo el Mando de Combate. Merece la pena repetirlos aquí: l. Espera hasta que veas el blanco de los ojos de tus enemigos. Dispara ráfagas cortas de uno o dos segundos, y solamente cuando los tengas a tiro. 2. Mientras disparas no pienses en otra cosa, tensa todo el cuerpo, mantén las dos manos en el pulsador, concéntrate en el anillo de mira. 3. Vigila constantemente. ¡Espabílate! 4. La altura te da la iniciativa. 5. Haz frente al ataque siempre. 6. Toma las decisiones con rapidez. Es mejor que actúes rápidamente aunque tu táctica no sea la mejor. 7. En la zona de combate no vueles nunca en la misma dirección y a la misma altura más de 30 segundos. 8. Cuando desciendas en picado para atacar al enemigo, deja siempre una parte de tu formación por encima de ti, para que te proteja por arriba. 9. "Iniciativa", "Agresividad", "Disciplina aérea" y "Trabajo en equipo" son palabras que "Significan" algo en el combate aéreo. 10. ¡Acércate rápidamente! ¡Golpea con fuerza! ¡Aléjate! PASANDO A LA OFENSIVA A finales de 1940 el nuevo C-in-C del Mando de Caza, ACM Sir Sholto Douglas, consideró oportuno que sus unidades de caza diurna adoptaran una actitud más ofensiva que con anterioridad. La finalidad, usando sus propios términos, era "dejarlos asomar a Francia." Este cambio de política se realizó por fases. El 20 de diciembre el Flt. Lt. George Christie y el Plt. Off. "Bogle" Bodie, del Escuadrón 66, acreditados con más de cinco victorias cada uno, ametrallaron objetivos terrestres en el aeródromo de Le Touquet. Los cazas no encontraron resistencia y regresaron felizmente. Era la primera vez que los Spitfires actuaban sobre Francia desde la evacuación de Dunkerque el pasado junio. El 9 de enero de 1941 tres Escuadrones de Spitfires 1 (65, 145 y 610) cumplían una misión ofensiva a gran altitud sobre el norte de Francia. Tampoco esta vez reaccionaron los defensores y todos los aviones regresaron a salvo. La lección de las dos misiones ofensivas quedó patente: las acciones realizadas sólo por cazas no causaban mucho daño. La Luftwaffe podía permitirse el lujo de ignorarlos, como había hecho el Mando de Caza durante la Batalla de Inglaterra. Comienzan las Operaciones Al día siguiente la RAF hizo un intento más ambicioso para incitar a la acción a los cazas alemanes. En la operación, de nombre en clave "Circus", intervinieron seis Blenheims que bombardearon desde 12.000 pies un depósito de munición cerca de Caláis. En apoyo de los invasores iban siete escuadrillas de Spitfires y cuatro de Hurricanes, con un total de 103 cazas. Los Hurricanes constituían la cobertura próxima, la lejana y parte del apoyo sobre el objetivo a los bombarderos, mientras un Escuadrón de Spitfires Mk-I (610) apoyaba también sobre el objetivo. Tres Escuadrones de Marks II (41, 64 y 61l) constituían la cobertura a más altura de la fuerza y los Escuadrones 66 y 74 con Marks II y la 92 con Spitfires Mk-Ib armados con cañones, cubrían la retirada. Los bombarderos completaron el ataque sin pérdidas, regresando a su base. En las acciones esporádicas posteriores, la Luftwaffe resultó mejor librada, sin embargo. Un Hurricane fue derribado, siendo su piloto rescatado del mar; un Spitfire abatido, se estrelló al realizar un aterrizaje de emergencia en Detling; y otros dos regresaron dañados. La fuerza de caza alemana no tuvo pérdidas. Durante los primeros meses de la nueva campaña, las acciones de la operación Circus siguieron esta norma general, aunque con una proporción creciente de Spitfires como escolta. Tomemos como ejemplo la operación Circus 5, realizada el 26 de febrero contra las instalaciones portuarias de Caláis. Llevaron a cabo el bombardeo doce Blenheims desde 17.000 pies de altura, con dos Escuadrones de Hurricanes y el Escuadrón 303 de Spitfires Mark I de escolta próxima. La cobertura de techo la formaban tres Escuadrones, el 74, con Marks II a 24.000 pies, 609 con Marks II y 92 con Marks Vb a 26.000. La exhibición de poderío aéreo fue suficiente para disuadir a los cazas alemanes en esta ocasión, y los bombarderos y su escolta completaron el ataque sin sufrir bajas. A veinte minutos del grueso llegaban los Spitfires II de los Escuadrones 54 y 64, que efectuaron una incursión entre Dover y Cabo Gris Nez para atacar a los cazas enemigos que habían cedido ante la incursión anterior. En el transcurso de una breve escaramuza con los Messerschmitts, el Escuadrón 54 sufrió la pérdida de un Spitfire. La operación Circus 5 fue una de las últimas en que intervinieron los Hurricanes y una de las primeras en que lo hicieron los Spitfires Mk V. Esta variante era superior en prestaciones a cualquiera de las anteriores y se encontraba en fase de fabricación en serie. A finales de mayo de 1941 se había dotado de ellos a 8 Escuadrones, todos con base en el sureste de Inglaterra, con misión de defensa aérea y para las operaciones Circus. Al igual que ocurriera con los Bf-109 durante la Batalla de Inglaterra, el modelo básico de Spitfire carecía de radio de acción para ser eficaz como caza de escolta. Para resolver este problema se dotó a algunos Escuadrones de la versión Mark II Long Range (de largo alcance), con un depósito adicional de 182 litros bajo el ala izquierda. Los Escuadrones 152 y 222 fueron de las primeras unidades que entraron en acción con esta variante de peso tan desequilibrado. Al llevar casi un 50% más de combustible que el Mark II normal, la versión del Spitfire de largo alcance podía penetrar con más profundidad en territorio enemigo. Sin embargo esta ventaja supuso un obstáculo en otros aspectos. Esa versión no era más veloz que el Hurricane Mk I, y su capacidad ascensional era todavía peor. Aunque durante 1941 los Spitfires Mark V constituían la mayoría de las unidades de caza, los Mark II en sus versiones normal y de largo alcance participaron todavía en muchas accione agosto del mismo año. El Ataque a las Centrales Eléctricas de Colonia La incursión diurna más ambiciosa de 1941 fue el ataque en profundidad a las estaciones eléctricas de las cercanías de Colonia el día 12 de agosto. Casi las dos terceras partes de los aviones utilizados en la ope ración eran Marks II. La fuerza atacante se componía de 54 Blenheims, que lanzaron un ataque a baja cota contra las plantas eléctricas de Knapsack y Quadrath. Durante la penetración, la escolta próxima la constituyeron los Escuadrones 306 y 315 de Marks IIb, el Escuadrón 308 de Marks IIa, y un Escuadrón de cazas bimotores Whirlwind. La protección la componían tres Escuadrones de Spitfires V. La fuerza de cobertura en el objetivo incluía dos Escuadrones de Marks II, 485 y 610, además del Escuadrón 452 con una mezcla de Marks IIa y Vb, y tres Escuadrones de Marks Vb. Pese a la buena apariencia de esta fuerza, sus Spitfires carecían de radio de acción para llegar a 160 km del objetivo, por lo que acompañaban a los bombarderos hasta una distancia próxima a su radio de acción, patrullaban cinco minutos y regresaban a casa. A partir de ese momento, los bombarderos proseguían por su cuenta su vuelo a baja cota hasta que recuperaban la cobertura durante su retirada. La fuerza de cobertura de la retirada comprendía seis Escuadrones de Marks II. Los 19, 65 y 266 con la versión normal, y los 66, 152 y 234 con la versión de largo alcance. Estos últimos se reunieron con los bombarderos sobre las Islas de Holanda, mientras que los primeros lo hicieron sobre el mar. Fue una incursión atrevida en territorio alemán, y las unidades defensoras de cazas y de defensa aérea reaccionaron enérgicamente. Diez Blenheims resultaron derribados y otros sufrieron daños. La fuerza de cobertura perdió cuatro Spitfires (dos Marks II normales, un Mark II de largo alcance y un Mark V). Ese verano, los relativamente escasos Spitfires Mark II (suficientes para dotar a unos tres escuadrones) estuvieron en acción casi continuamente. Cuando se retiraba un escuadrón del sureste de Inglaterra para descansar y reorganizarse, entregaba sus Spitfires a la unidad que la sustituía. Por ejemplo, cuando el Escuadrón 234 se retiró al oeste del país en agosto de 1940, entregó sus Marks II de largo alcance al Escuadrón 19. El ataque a las estaciones eléctricas de Alemania marcó la cima de los Spitfires II en apoyo a acciones ofensivas. Durante las semanas siguientes se dotó a varios escuadrones de Spitfires Mark V. Después, en septiembre, aparecieron los Focke-Wulf Fw-190 sobre el norte de Francia. El formidable nuevo avión de caza alemán aventajaba considerablemente en prestaciones incluso al Spitfire Mark Vb, superando totalmente al Mark II. Los escuadrones dotados de estos últimos tuvieron que replegarse a zonas donde no fuera probable el enfrentamiento con los Fw-190, antes de ser dotados de Marks V. El último Mark II salió de fábrica en Castle Bromwich en julio de 1941 y a finales de año se había retirado de servicio en las unidades de caza de primera línea. MÁXIMOS ASES DEL SPITFIRE MK-I/II Nota: los diez máximos ases que se relacionan, están ordenados por las cifras acreditadas de aviones enemigos derribados y derribados de forma compartida hasta el 1 de marzo de 1941, pilotando Spitfires Mark I o Mark II. Constan con el empleo que tenían en esa fecha, figurando entre paréntesis el empleo más alto conseguido al final de su carrera, si procede. Flg. Off. (Flt. Lt.) Erie Stanley Lock Nacido en Bayston Hill, Shropshire, Eric Lock se alistó en la Reserva Voluntaria de la RAF en 1939. Al finalizar su instrucción de vuelo en agosto de 1940, fue destinado al Escuadrón 41, con base en Catterick en aquel entonces. Poco después, el 15 de junio, entró en acción contra un ataque alemán sobre el noreste de Inglaterra, derribando un Bf-110. Después se trasladó con su unidad a Hornchurch, participando en duros combates sobre el sureste de Inglaterra, en los que su palmarés de victorias aumentó rápidamente. En octubre de 1940 se le concedía la DFC y el 17 de noviembre, su palmarés incluía 23 aviones enemigos destruidos y 8 probables. Ese día fue derribado, sufriendo heridas graves en la mano derecha y en ambas piernas, tras estrellarse su avión al aterrizar en Martlesham Heath, quedando atrapado en la cabina durante dos horas hasta que fue rescatado. Lock permaneció en el hospital hasta mayo de 1941. Tras un corto curso de reciclaje, volvió a la acción en julio de 1941, como jefe del Escuadrón 611, ya dotado de Spitfires V, aumentando su palmarés en tres victorias. El 3 de agosto no regresó de una incursión sobre Francia, siendo dado por desaparecido en combate. Flt. Lt. (Grp. Capt.) Colin Falkland Gray Nacido en Christchurch, Nueva Zelanda, se alistó en la RAF en 1938. Tras finalizar el período de instrucción de vuelo fue destinado al Escuadrón 64 en noviembre de 1939, pilotando Spitfires I. Gray entró en acción por vez primera en la protección de la retirada de Dunkerque, acreditando su primera victoria al abatir un Bf-109 en las proximidades de Gravelinas el 25 de mayo de 1940 (tema tratado con detalle en el Capítulo Primero). Intervino con frecuencia en los intensos combates aéreos de los meses siguientes y, el 15 de agosto fue condecorado con la DFC. A primeros de septiembre se retiró de la acción a la unidad de Gray, cuyo palmarés era de 16 aviones enemigos derribados y 1 probable. Gray intervino poco en acción hasta junio de 1941, a partir de cuya fecha no volvió a pilotar Spitfires I o II. Al finalizar la guerra su palmarés contaba 27 aviones enemigos derribados, 2 victorias compartidas, 6 probables, 4 probables compartidos y 12 dañados. Tras la guerra, continuó sirviendo en la RAF hasta que se retiró en 1961. El Grp. Capt. Colin Gray falleció en 1995. Sqn. Ldr. (Grp. Capt.) Adolf Gysbert Malan Nacido en Wellington, Sudáfrica, Adolf Malan se alistó en la RAF en 1936. Al término de su período de instrucción de vuelo fue destinado al Escuadrón 74, pilotando al principio Hawker Demons y luego Gloster Gauntlets. A comienzos de 1939 se dotó de Spitfires a su unidad, y Malan ascendió al empleo de Flt Lt. En mayo de 1940 su escuadrón intervino activamente en la batalla aérea de Dunkerque, donde Malan acreditó 3 aviones enemigos derribados, 2 derribos compartidos y 3 dañados, recibiendo por ello la DFC. En el intervalo entre la evacuación de Dunkerque y al Batalla de Inglaterra, Malan realizó salidas nocturnas ocasionalmente. Durante una de ellas, la noche del 18 al 19 de junio, derribó dos He-111 (dato confirmado por los archivos alemanes). Por esta hazaña se concedió a Malan la adición de un pasador a su DFC. En agosto de 1940 fue ascendido a Sqn. Ldr., asumiendo el mando del Escuadrón 74. Su palmarés de victorias seguía en aumento y el 1 de marzo de 1941 era de 15 derribos, 6 derribos compartidos, 2 probables y 7 dañados. A finales de la Batalla de Inglaterra Malan gozaba de una sólida reputación de experto en táctica aérea. La formación táctica ideada por él fue adoptada por la mayoría de las unidades de caza diurnas del Mando de Caza en 1941, y sus famosos Diez Mandamientos de la Lucha Aérea se distribuyeron por todo ese Mando. Refiriéndose a Malan, el ACM Sir Hugh Dowding comentaba, "Le admiraba como uno de los valores más destacados del Mando de Caza. Era un piloto preocupado no sólo por sus propios logros, sino ante todo por la eficacia de su escuadrón y la seguridad personal de los pilotos que combatían bajo su mando." En marzo de 1941 se nombró a Malan Jefe del Ala de Caza de Biggin Hill, dotada entonces de Spitfires V. Su palmarés final fue de 27 derribos, 7 derribos compartidos, 3 probables y 16 dañados. Malan dejó la RAF después de la guerra y regresó a su Sudáfrica natal, donde participó activamente contra el apartheid. Falleció en 1963. Flt. Lt. Brian John Carbury Nacido en Wellington, Nueva Zelanda, ingresó en la RAF en 1937. Tras finalizar el período de instrucción fue destinado al Escuadrón 41, dotado de Hawker Furies. Después de su instrucción con Spitfires, Carbury fue destinado al Escuadrón 603 para ayudar a la reconversión de los pilotos de esa unidad en pilotos de Spitfires. Al estallar la guerra permaneció en ese escuadrón y el 7 de marzo de 1940 compartió la destrucción de un He-111 sobre el mar en las proximidades de Aberdeen. El 28 de agosto su escuadrón se trasladó a Hornchurch, y desde allí Carbury entró en acción con frecuencia. Su número de victorias creció con rapidez, siendo condecorado con la DFC en septiembre, concediéndole al mes siguiente la adición de un pasador a la misma. A finales de 1940 su palmarés era de 15 derribos, 2 derribos compartidos, 2 probables y 5 dañados. A finales de 1940 Carbury fue destinado a la OTU Nº58 de Grangemoth, para efectuar la reconversión de pilotos en el Spitfire. No volvería a entrar en acción, ni añadiría más victorias a su palmarés. Después de la guerra regresó a Nueva Zelanda, donde murió en 1962. Flt. Lt. Paterson Clarence Hughes Nacido en Nueva Gales del Sur, Australia, Paterson Hughes ingresó en la Real Fuerza Aérea Australiana en 1935. Al término de su período de instrucción, fue destinado a la RAF en comisión de servicio, prestando servicio algún tiempo en el Escuadrón 64, dotado entonces de Hawker Demons. Con posterioridad fue nombrado jefe del Escuadrón 234, dotado de cazas Bristol Blenheim durante unos meses, hasta que recibió Spitfires en mayo de 1940. A principios de la Batalla de Inglaterra la unidad tenía su base en St. Eval, zona relativamente tranquila. Aun así, en el mes de julio, Hughes participó en la destrucción de dos aviones enemigos. En agosto el escuadrón se trasladó a Middle Wallop, desde donde Hughes tomó parte en los intensos combates aéreos sobre el sur de Inglaterra. Tuvo un considerable éxito contra los aviones alemanes, acreditando durante ese mes la destrucción de 6 Bf-109 y un Bf-110, y compartiendo la destrucción de 1 Bf-109. La primera semana de septiembre anotó más victorias en su palmarés. El día 7 los bombarderos alemanes realizaron el primer ataque diurno a gran escala sobre Londres, y Paterson Hughes resultó muerto en el transcurso de los duros combates que tuvieron lugar. En el momento de su muerte, su palmarés comprendía 14 derribos, 3 derribos compartidos y 1 probable. Sqn. Ldr. (Wg. Cdr. ) Robert Roland Stanford Tuck Nacido en Catford, Londres, ingresó en la RAF en 1935. Al finalizar la instrucción de vuelo fue destinado al Escuadrón 65, dotado entonces de Gloster Gladiators, al que se dotó de Spitfires a primeros de 1939. En mayo de 1940 Tuck fue nombrado jefe del Escuadrón 92, y al término de las operaciones de Dunkerque, el día 3 de junio, su palmarés ascendía a 7 derribos, 1 derribo compartido y 2 dañados. Fue uno de los primeros pilotos en conseguir 5 victorias pilotando Spitfires, consiguiendo la DFC poco después en junio. Durante julio y agosto su palmarés siguió en aumento. En septiembre fue ascendido a la categoría de comandante y destinado como jefe del Escuadrón 257, equipado con Hurricanes. El mes de octubre realizó una visita al Escuadrón 92 y, pilotando un Spitfire que tomó prestado, consiguió una victoria más. En aquel tiempo su palmarés a bordo de Spitfires era de 14 derribos, 2 derribos compartidos, 1 probable, 2 dañados y 1 dañado en común. El resto de los combates los realizó con Hurricanes, no aumentando sus victorias con Spitfires 1 o II. En diciembre de 1941 fue nombrado Jefe del Ala de Biggin Hill, dotada de Spitfires Vb. Al mes siguiente fue derribado en Francia y hecho prisionero. En el momento de su captura poseía un total de 27 derribos, 2 derribos compartidos, 6 probables, 6 dañados y 1 dañado en común. Robert Tuck permaneció en la RAF hasta 1949, año en que se retiró con el empleo de Teniente Coronel. Falleció en 1987. Plt Off (Wg Cdr) Robert Doe Nacido en Reigate, Surrey, Doe se alistó en la RAFVR en 1938. A principio del año siguiente ingresó en la RAF y tras finalizar el período de instrucción fue destinado al Escuadrón 234, dotada de cazas Bristol Blenheims durante poco tiempo, antes de ser dotada de Spitfires. En los comienzos de la Batalla de Inglaterra la unidad tenía su base en St. Eval, trasladándose en agosto a Middle Wallop, desde donde participó en intensos combates. A fin de mes el registro de victorias de Doe comprendía 5 derribos, 2 derribos compartidos y 1 avión dañado. A finales de septiembre su palmarés de victorias a bordo de Spitfires era de 11 derribos, 2 derribos compartidos y 1 avión dañado. Después fue destinado al Escuadrón 238, dotado de Hurricanes. El 17 de octubre fue derribado, sufriendo heridas leves y poco después recibió la DFC. Doe se reincorporó al servicio en mayo de 1941 en el Escuadrón 66, dotado de Spitfires, donde sólo aumentó su palmarés en 1 avión dañado, consiguiendo un registro final de 14 derribos, 2 derribos compartidos y 5 dañados. Robert Doe permaneció en servicio hasta 1966, año en que se retiró con la categoría de Teniente Coronel. Flg Off (Air Commodore) Alan Christopher Deere Natural de Auckland, Nueva Zelanda, Alan Deere llegó a Gran Bretaña en 1937 para alistarse en la RAF. Finalizado el período de instrucción fue destinado al Escuadrón 54, dotado de Gloster Gladiators hasta principios de 1939, que recibió los Spitfires. En mayo de 1940 su unidad participó activamente en los combates aéreos de la evacuación de Dunkerque, al término de la cual, el 3 de junio, sus victorias comprendían 7 derribos y 2 derribos compartidos, por lo que fue condecorado con la DFC. Durante julio y agosto su unidad volvió a intervenir muy activamente, aumentando el número de victorias de Deere. A final de agosto su palmarés incluía 13 derribos, 2 derribos compartidos y 1 dañado. Poco después se le concedía la adición de un pasador a su DFC. Después Deere tuvo un destino tranquilo como Jefe de Control de cazas y no entró de nuevo en acción hasta agosto de 1941, incorporándose al Escuadrón 602, equipado con Spitfires Vb. Al final de la guerra su palmarés comprendía 17 derribos, 1 derribo compartido, 2 derribos no confirmados, 1 derribo compartido no confirmado, 4 probables y 1 dañado en común. Deere continuó sirviendo en la RAF después de la guerra, y se retiró con el grado de General de Brigada en 1967. Falleció en 1995. Flt. Sgt. (Wg Cdr) George Unwin Natural de Yorkshire, George "Grumpy" Unwin se alistó en la RAF de aprendiz administrativo en 1929. En 1935 fue seleccionado para piloto y al año siguiente fue destinado como Sargento Primero al Escuadrón 19, dotado entonces de Gloster Gauntlets. Todavía se encontraba en esa unidad cuando fue dotada de Spitfires. En mayo de 1940 era ya un piloto experimentado, y al finalizar ese mes entró en acción sobre Dunkerque, donde acreditó sus tres primeras victorias aéreas. Sus triunfos aumentaron rápidamente durante la Batalla de Inglaterra, recibiendo en octubre la DFM. A finales de noviembre el palmarés de Unwin ascendía a 13 derribos, 3 derribos compartidos, 2 probables y 1 avión dañado. En diciembre abandonó su destino y fue destinado a un curso de instructores, y a principios de 1941 ascendió a oficial. Después tuvo una serie de destinos no operativos hasta 1944 en que volvió a la acción pilotando aviones Mosquito. Sin embargo, no añadiría más victorias a su palmarés. Al finalizar la guerra George Unwin permaneció en la RAF, y se retiró en 1961 con el grado de Teniente Coronel. Flt. Lt. John Charles Dundas Nacido en West Yorkshire, John Dundas se alistó en el Escuadrón 609, de la Fuerza Auxiliar Aérea, en 1938. La unidad se encontraba en proceso de adaptación a los Spitfires cuando se declaró la guerra, y en mayo de 1940 Dundas consiguió sus primeras victorias durante las operaciones de apoyo a la evacuación de Dunkerque. Su unidad intervino activamente en toda la Batalla de Inglaterra y sus victorias aumentaron con rapidez. El 9 de octubre fue condecorado con la DFC, teniendo a la sazón en su haber 10 derribos, 4 derribos compartidos, 1 probable, 4 dañados y 1 dañado en común. El 29 de noviembre intervino en una dura acción en aguas de la Isla de Wight, en la que derribó al Comandante Helmut Wick, Jefe del Jagdgeswader 2, el piloto más laureado de la Luftwaffe, con 56 victorias acreditadas. Casi inmediatamente a continuación Dundas fue derribado por el ayudante de Wick, Leutnant (Alférez) Rudolf Pflanz. Ambos pilotos resultaron muertos. En el momento de su muerte Dundas tenía acreditados 12 aviones derribados, 4 derribos compartidos, 2 probables, 4 dañados y 1 dañado en común. APENDICE Estudio Comparativo del Spitfire Mk-I Y el Bf-109E El 22 de noviembre de 1939 la Fuerza Aérea Francesa se encontró con el regalo de un Bf lO9E-3 (el Werk-Nr 13 "Blanco 14" del I/JG 76) prácticamente intacto, que tuvo que realizar un aterrizaje forzoso en Woerth, Departamento del Bajo Rin. Tras prolongadas pruebas de vuelo en Francia, se prestó el avión al órgano central de la RAF en Farnborough, en mayo de 1940 para la realización de otras pruebas. Durante una de esas evaluaciones, un Spitfire provisto de hélice de paso variable se enfrentó al caza alemán en combate simulado. En julio de 1940, cuando la Batalla de Inglaterra se encontraba en fase inicial, se publicó el siguiente informe: Prueba comparativo de un Me 109 y un Spitfire "Rotol" l. La prueba comenzó con el despegue simultáneo de los dos aparatos, quedando ligeramente rezagado el Spitfire, que empleó un empuje de +2,2 kilogramos y 3.000 r.p.m. 2. Ya en el aire, el piloto del Spitfire redujo las revoluciones del motor a 2.650 por minuto y adelantó y superó en altitud al Me 109. A 4.000 pies de altitud, el Spitfire superaba en 1.000 pies al Me-109, por lo que se pudo situar sobre su cola y mantenerlo al alcance de sus armas, a pesar de los esfuerzos del Me 109 por quitárselo de encima. 3. A continuación el Spitfire permitió que el Me 109 se situara sobre su cola y trató quitárselo de encima. Resultó bastante fácil debido a su superior capacidad de maniobra, en particular en la realización de loopings y a velocidades bajas de 160 a 225 km/h. Finalmente, mediante la realización de un viraje brusco a velocidad próxima a la entrada en pérdida, el Spitfire se situó sobre la cola del Me-109. 4. Se comprobó que otra forma eficaz de evasión del Spitfire era realizar una ascensión pronunciada en espiral a 193 km/h, con un empuje de +2,2 kilogramos y 2.650 r.p.m.; con esa maniobra el Spitfire aventajó rápidamente al Me 109, permitiéndole la posterior realización de medio tonel y situarse sobre la cola de su adversario. 5. Después se realizaron pruebas de velocidad, demostrando ser el Spitfire el mejor de los dos, tanto en aceleración como en velocidad de vuelo, sin hacer uso del empuje de emergencia de 4,5 kilogramos. En las pruebas de vuelo en picado, se comprobó que el Spitfire, lanzándose a la vertical bruscamente y con una propulsión de -0,75 kilogramos, era superior al Me 109." La prueba demostró que el Spitfire era considerablemente superior a su homólogo de la Luftwaffe en casi todo. El defecto fundamental de ese descubrimiento era que pocos pilotos de caza alemanes se permitían volar a baja velocidad y a baja cota en combate contra un Spitfire, y los pocos que lo hacían no vivían para contarlo. Su táctica para la lucha contra los Spitfires era similar a la que usaron contra los cazas de fabricación rusa, más maniobrabas, sobre España. Los Messerschmitts sobrevolaban la zona de combate a una altitud elevada hasta que avistaban al enemigo. Luego se situaban en una posición favorable sobre su presa y se lanzaban en picado. Tras realizar cada ataque, los cazas se retiraban a una posición segura a gran altitud, y los pilotos reconsideraban la situación. La capacidad de maniobra del Spitfire a baja cota servía de poco contra tal táctica. Curiosamente, el centro de ensayos de la Luftwaffe en Rechlin también realizó pruebas de combate entre un Bf-109 y un Spitfire capturado, dotado de hélice de doble paso. Las conclusiones extraídas fueron totalmente diferentes a las deducidas de las pruebas realizadas en Gran Bretaña. Uno de los que probaron el Spitfire (y también un Hurricane capturado) fue el As alemán Hauptmann Werner Mölders, que escribiría posteriormente: "Fue muy interesante realizar las pruebas de vuelo con el Spitfire y el Hurricane en Rechlin. Los dos eran fáciles de pilotar, en comparación con nuestros aviones, y el despegue y el aterrizaje eran un juego de niños (comparados con el Bf-109). El Hurricane tiene una buena estructura y vira bien, pero sus prestaciones son decididamente inferiores a las del Bf-109. El uso de la palanca requiere mucha fuerza y es "perezoso" de alerones. El Spitfire es superior. Es de fácil manejo, con mandos de control ligeros, impecable en los virajes y sus prestaciones se aproximan a las del Bf 109. Sin embargo, como avión de combate es un fracaso. Un repentino movimiento de la palanca hacia atrás provoca el fallo del motor. Además, como la hélice sólo tiene dos pos posiciones (de despegue y de crucero), en una situación de cambio rápido en el combate, el motor o va a demasiado acelerado o no rinde al máximo." Las dos pruebas demostraban que el "equipo de casa" era el mejor. Dada la ingenuidad con que se realizaron ambas, cualquier otra conclusión hubiera sido considerada probablemente "políticamente incorrecta". La guerra supuso la prueba de fuego de las posibilidades de los dos cazas frente a frente. En la Batalla de Inglaterra la mayor parte de los combates cara a cara entre los cazas tuvo lugar a niveles de entre 13.000 y 20.000 pies, porque los bombarderos alemanes volaban a esa cota. A esas altitudes los Spitfires Mark I y Mark II tenían prácticamente la misma capacidad que los Bf-109. En los combates de aviones en formación, que constituyeron la norma, la iniciativa táctica compensó con creces la relativamente escasa diferencia de prestaciones existente entre las unidades de caza opuestas. DATOS TÉCNICOS DEL SPITFIRE Modelo de la fase inicial de fabricación Spitfire Mk-I K9787, probado en agosto de 1938 Tipo: caza monoplaza. Armamento: 8 ametralladoras de 7,7 milímetros con 300 disparos por arma. Motor: Rolls-Royce Merlin II con 900 caballos de fuerza en el despegue y 1.060 a 5.500 metros. Dimensiones: Envergadura, 11,224 metros; longitud 9,11 metros; altura, 3,73 metros (hasta las palas de la hélice), superficie de las alas, 22,48 m2. Peso: 2.033 kilogramos sin carga; con carga máxima carga 2.639 kilogramos. Performances: velocidad máxima, 583 km/h a 6.000 metros, ascenso a 6.500 metros en 9 minutos 25 segundos, techo práctico 10.300 metros. Observaciones: Este aparato estaba provisto de hélice de dos palas de madera tallada y de techo de carlinga plano. No llevaba blindaje ni otro tipo de protección para el piloto. Modelo de la fase media de fabricación Spitfire Mk-I N3171, en marzo de 1940. (Nota: Sólo se especifican datos que difieren de los indicados en el modelo anterior. Motor: Rolls-Royce Merlin III con 900 caballos de fuerza en el despegue y 1.060 a 5.500 metros. Peso: 1.758 kilogramos sin carga; con carga máxima carga 2.257 kilogramos. Velocidad máxima 586 km/h a 6.500 metros, ascenso a 6.500 metros en 7 minutos 42 segundos, techo práctico 11.200 metros. Observaciones: Este aparato estaba provisto de hélice Rotol de paso variable de tres palas, y techo de carlinga abovedado. Llevaba una lámina de cristal endurecido delante del parabrisas, careciendo el piloto de protección trasera. Modelo de la fase inicial de fabricación Spitfire Mk-II P7280, probado en septiembre de 1940. (Nota: Sólo se especifican datos que difieren de los indicados en el modelo anterior. Motor: Rolls-Royce Merlin XII con una potencia máxima de 1.140 caballos de fuerza a 4.750 metros con un empuje de +3,3 kilogramos (empuje de emergencia, cinco minutos máximo), combustible de 100 octanos. Peso: 1.784 sin carga; con carga máxima carga 2.302 kilogramos. Velocidad máxima 570 km/h a 5.660 metros, ascenso a 6.500 metros en 7 minutos, techo práctico 12.150 metros. Observaciones: Este aparato estaba provisto de hélice Rotol de paso variable de tres palas, de techo de cabina abovedado y equipo IFF. Llevaba una lámina de cristal blindado deltante de parabrisas y una plancha de acero de 27 kilogramos detrás del piloto. Fabricación del modelo de Spitfire Mk-II Long Range (Largo Alcance) P8036, probado en septiembre de 1941. (Nota: Sólo se especifican datos que difieren de los indicados en el modelo anterior. Motor. Rolls-Royce Merlin XII con una potencia máxima de 1.140 caballos de fuerza a 4.760 metros con un empuje de +3,3 kilogramos (empuje de emergencia, cinco minutos máximo), combustible de 100 octanos. Peso: 1.804 kilogramos sin carga; con carga máxima carga 2.430 kilogramos. Velocidad máxima 528 km/h a 5.300 metros, ascenso a 6.500 metros en 9 minutos 48 segundos, techo práctico 10.940 metros. Observaciones: Este aparato estaba dotado de un depósito adicional de combustible de 182 litros, situado bajo el ala izquierda, lo que aumentaba su capacidad total de combustible a 568 litros.