Capítulo 2: del Proceso de los Datos a la Telemática del Pueblo Nos encontramos ante un boom informático. Están apareciendo en el mercado innumerables máquinas pequeñas, eficientes y económicas. Podrían ser los heraldos de la libertad. Una tecnología para la oligarquía ha dado paso a una forma de vida para las masas. La telemática está cobrando una vida - nacida de la unión entre ordenadores y redes de comunicación - que culminará con la llegada de los satélites universales, que transmitirán noticias, datos y sonidos. ###La explosión de la información Después de progresar continua y rápidamente durante dos décadas, el procesamiento de datos está hoy experimentando cambios acelerados. Los fabricantes no han dejado de mejorar sus ordenadores, diversificarlos y aumentar su rendimiento, pero esto no ha cambiado el tipo de equipos que ofrecen a los usuarios ni la forma en que se ha incorporado el procesamiento de datos en las grandes organizaciones. Desde hace algunos años, cambios extraordinarios en los componentes electrónicos, junto con algunos otros avances espectaculares, han ido ampliando el campo de la informatización hasta un nivel casi ilimitado. En el mercado se encuentran disponibles máquinas cada vez más pequeñas, económicas y fiables. Al mismo tiempo, las redes informáticas han comenzado a infiltrarse en las empresas, descentralizando la recopilación de datos, lo que permite a los empleados en su conjunto acceso, "en tiempo real", a archivos y capacidades de procesamiento. Es en este punto cuando "desaparecen las diferencias entre máquinas grandes y pequeñas, entre terminales de acceso y centros de procesamiento”, mientras que "la frontera aparentemente natural entre hardware y software” comienza a desvanecerse. ###El Pasado: Proceso de los datos para las oligarquías La historia del procesamiento de datos se ha identificado con una serie de innovaciones técnicas; Sin embargo, hasta ahora se han sucedido generaciones de aparatos sin que se modificase de manera sustancial la relación del usuario con él. Los ordenadores de los años cincuenta todavía eran complejos y difíciles de manejar. Usaban "transistores" y eran voluminosos (varios metros cúbicos de tamaño) y frágiles. Cuando se averiaban, su tamaño y circuitería implicaban reparaciones frecuentes y difíciles. Además, a estas primeras computadoras sólo se podía acceder en lenguaje de máquina, y más tarde en ensambladores; sólo unos pocos técnicos de datos capacitados para llevar a cabo tal diálogo esotérico eran capaces de entenderlo. Su uso generalizado se vio obstaculizado por las torpes reglamentaciones que regían el ámbito computacional. Por demás, todos estos materiales diferentes eran "incompatibles”, lo que significa que un programa no podía transferirse de una máquina a otra. >Complejas y difíciles de operar, las primeras computadoras tenían un >uso restringido y eran tediosas, verdaderas máquinas para "unos pocos >tristes". Este período inicial - que los avances recientes asimilarían a la era prehistórica del procesamiento de datos - concluyó en 1965 con la generación de las computadoras IBM 360. Los primeros circuitos integrados sustituyeron a los transistores, permitiendo una mejora significativa en la relación rendimiento/precio, al mismo tiempo que disminuían el tamaño de las máquinas y aumentarban su fiabilidad. Estos nuevos equipos constituían una línea universal de productos, capaces de realizar tanto tareas de gestión como cálculos científicos. Además, eran "compatibles”, lo que permitía al usuario pasar de una máquina a otra sin tener que reescribir todos sus programas, siempre que se utilizaran máquinas del mismo fabricante. Y el lenguaje se volvió más simple. >“COBOL”, “FORTRAN” y “PL/I” eran todos lenguajes de programación que >requerían sólo un corto período de iniciación. Estos avances >facilitaron el uso del procesamiento de datos. El usuario se obsesionó >menos con el funcionamiento del ordenador y pudo así escapar de las >aplicaciones informáticas tradicionales (nóminas, giros postales) y >dedicarse libremente a analizar otras tareas que debían ser >informatizadas. Este desarrollo no se equiparó con una metamorfosis del procesamiento de datos. Se mantuvieron ciertas restricciones técnicas: el "acceso secuencial" a los archivos impedía al usuario encontrar directamente lo que buscaba. Además, el método de procesamiento por lotes - que continuaba siendo la norma - le obligaba a ceder datos, con el tiempo necesario para cotejarlos, introducirlos en la máquina y recuperar los resultados. En esta etapa, el procesamiento de datos gozaba de un estatus especial dentro de las grandes corporaciones: *aislado, porque dependía de máquinas ubicadas todas en el mismo lugar, *centralizado, ya que recuperaba todos los datos de los servicios de los usuarios, e incluso *traumático, porque entregaba un producto terminado sólo después de una operación ue más se parecía a la alquimia. El procesamiento de datos en esta etapa de su desarrollo estaba reservado para una minoría de empresas que podían permitirse la alta inversión en hombres y equipos. >En el año 1970, en Francia, 250 empresas circunscribían el 80 por >ciento del número total de computadoras en servicio. Por supuesto, comenzaron a aparecer computadoras más pequeñas, mas confiables y menos costosas, pero que aún tenían todas las características tradicionales de esta etapa inicial de informatización. Sólo existía una forma de procesamiento de datos; por lo tanto, sólo había un tipo de cliente y un solo tipo de encargado del tratamiento. De todos los avances recientes, el desarrollo de componentes electrónicos es sin duda el que tiene más consecuencias. Su miniaturización casi inconcebible y su coste ridículamente bajo equivalen prácticamente a una alteración de la naturaleza. Hoy en día, un microprocesador de sólo unos pocos milímetros de ancho contiene la misma capacidad de procesamiento que un ordenador que hace diez o quince años era el paradigma de los logros tecnológicos y ocupaba una habitación entera. Si hace diez años un componente costaba 350 francos, ahora se puede comprar su equivalente producido por un céntimo. Si el precio de un Rolls Royce hubiese evolucionado de manera comparable, el modelo más lujoso hoy costaría un Franco. Las consecuencias son tan significativas como el cambio. Es ahora posible fabricar ordenadores pequeños, potentes y económicos, accesibles al usuario medio. Esto ha ido acompañado de una reducción del coste de las "unidades centrales” de los ordenadores estándar - cuyo precio de fabricación se ha reducido mil veces en diez años. Los fabricantes ahora pueden centrar sus esfuerzos en otros elementos del sistema informático, en particular en lenguajes cada vez más accesibles y claros. Avances como estos efectivamente transforman sus políticas. Ya no están obligados a luchar por un trozo de poder aquí, un trozo allá. Ahora tienen la libertad de mejorar la confiabilidad del instrumento y distribuir su poder de procesamiento en varios puntos del sistema. Es posible también incorporar parte del software básico en los propios componentes. Los fabricantes ahora pueden ofrecer al usuario equipos más eficaces. También les da la oportunidad de "fijar" su clientela, haciendo más difícil cambiar de proveedor. Al mismo tiempo, las restricciones inherentes a la generación anterior se están cayendo una tras otra. Los datos que antes sólo se encontraban disponibles de forma secuencial ahora se pueden obtener directamente mediante el uso de procedimientos especiales. Los bancos de datos son parte de la lógica de este progreso, vinculando la ventaja de una fantástica capacidad de almacenamiento con facilidades para facilitar acceso. Además, el sistema de tratamiento de datos es cada vez más flexible. La máquina gestiona su propio funcionamiento con mayor eficacia, optimizando las secuencias de trabajo y organizando de la mejor manera posible los tiempos de procesamiento, adquisición de datos e impresión. Los lenguajes de acceso también se parecen cada vez más a la lengua franca. La rígida semántica de COBOL y del ensamblador en particular se está convirtiendo en una cosa del pasado, mientras que la perspectiva de programar en un lenguaje cotidiano o casi cotidiano está ahora dentro del ámbito de lo posible. Un fenómeno importante es la aparición de los sistemas en tiempo real.* La unidad central y los ficheros se encuentran dentro de un sistema complejo que tiene puntos de acceso cada vez más numerosos y en el que un número cada vez mayor de terminales pueden comunicarse entre sí y con los ordenadores. Aunque se toman por separado para fines de análisis, estos avances están vinculados en la estrategia de marketing de cada uno de los fabricantes. En un mercado donde la competencia es particularmente intensa y donde cada innovación es el resultado de un esfuerzo de investigación masivo, cada nuevo paso dado por un industrial obliga a todos los demás a seguirlo o a abandonar el juego. Esto da lugar a una política testaruda para obligar a los clientes a permanecer fieles a su proveedor. Mientras que la fabricación de microprocesadores obliga a los fabricantes de componentes a convertirse en profesionales de la informática, los fabricantes tradicionales ofrecen a sus clientes soluciones de servicios cada vez más elaboradas, como bancos de datos y arquitectura de sistemas. ## El Futuro: Procesamiento de Datos para las Masas Estas innovaciones permiten ofrecer productos muy variados a un número cada vez mayor de usuarios. La máquina pasará a formar parte de nuestra vida diaria. A los usuarios se les ofrece una elección extraordinariamente diversificada y, en función de sus objetivos y limitaciones, deben buscar la solución que mejor les convenga. Esto puede ser en forma de una sola computadora grande o de un verdadero conjunto de computadoras más pequeñas. Algunos fabricantes ofrecen máquinas sin software ni mantenimiento, en su mayoría productores de componentes que han ampliado su alcance de actividades o "francotiradores" que intencionalmente se han situado al margen del imperio IBM en un intento de producir un determinado equipo idéntico al de IBM a un coste menor, pero sin prestar ningún servicio. Otros fabricantes se limitan a producir ordenadores y el software que los acompaña sin incorporarlos a redes complejas. Otros, los más antiguos y grandes, ofrecen sistemas "telemáticos" con múltiples unidades centrales, pesados bancos de datos y un número adecuado de terminales que, además, son adaptables y ampliables. La posibilidad de satisfacer las necesidades de un gran número de usuarios a precios asequibles hace que el universo del ordenador sea casi ilimitado. En lugar de seguir siendo prerrogativa de unas pocas empresas grandes y poderosas, está abriendo sus puertas a cientos de miles de usuarios potenciales, hasta las pequeñas y medianas empresas, las profesiones e incluso los hogares, cuya capacidad de diálogo, demandas y recursos financieros exigen un enfoque diversificado. El procesamiento de datos está dejando atrás su gueto. Las relaciones entre el usuario y la máquina están perdiendo su aspecto “demiúrgico”. En adelante, un breve período de aprendizaje permitirá a cualquier empleado utilizar una pequeña computadora o una “terminal inteligente”.* El personal de una pequeña empresa tendrá acceso a la calculadora y podrá ver sus productos; de hecho, estarán en estrecho contacto con el departamento de informática y, por tanto, no se sentirán amenazados. En las grandes organizaciones, a medida que se van instalando nuevos sistemas, también éstas se acercan al lugar de trabajo: el propio empleado o trabajador introduce los datos, recibe las respuestas en un lenguaje claro y utiliza los resultados. La creciente cooperación entre el ordenador o el terminal y el usuario es independiente de los modelos organizativos, que pueden diferir mucho entre sí. Es la expresión del nuevo procesamiento de datos, que existe porque ahora hay una red que lo hace posible. ###Transformación de las telecomunicaciones Medios de comunicación que antes estaban separados ahora convergen en el procesamiento de datos, creando una gama completamente nueva de servicios. ###El pasado: mundos separados Hasta ahora las redes de televisión y las redes de telecomunicaciones estaban claramente diferenciadas. Diseñada como una estrella, con un único punto de emisión, la cadena de televisión es unidireccional, emitiendo desde el centro hacia todos los receptores. Por otro lado, las redes de telecomunicaciones manejan el tráfico entre dos puntos, un transmisor y un receptor; además, la comunicación puede producirse en cualquier dirección, mientras que el receptor de televisión está condenado a permanecer totalmente mudo. Naturalmente, estas diferencias técnicas han ido acompañadas de una división de servicios: un grupo destinado a intercambios bidireccionales y el otro a sistemas de información pasivos. Hasta ahora, el procesamiento de datos estaba, por supuesto, más cerca de las telecomunicaciones. Al requerir conexiones en ambas direcciones entre varios centros de procesamiento o entre un centro de procesamiento y varios terminales periféricos, y limitarse a información privada, el procesamiento de datos se conformaba con líneas telefónicas, que garantizaban tanto la disponibilidad como el secreto. Así se desarrollaron las primeras redes. Quienes llevaban cantidades limitadas de información utilizaban líneas telefónicas normales; aquellos que requerían mayores capacidades de transmisión arrendaban líneas especiales sobre las que tenían derechos exclusivos. ###El aumento de las redes superpuestas La convergencia de los medios de comunicación se basa en la desaparición de la diferencia entre redes unidireccionales y bidireccionales, en el desarrollo de las redes de datos y en la creciente digitalización de las señales. Las redes de radiotelevisión ya no funcionan exclusivamente en una dirección. Dan al receptor una cierta capacidad de “enviar” al transmisor, ciertamente más restringida que en el sentido de la emisión, pero suficiente para establecer un diálogo: este potencial de respuesta puede ser el resultado de un acoplamiento con la línea telefónica. Del mismo modo, la instalación de antenas de televisión comunitarias*, siempre que se incluya el equipamiento adecuado, permite incorporar la transmisión de forma más modesta, equilibrando con la recepción. Este diálogo desigual no constituye un obstáculo para el teletratamiento, en el que la transmisión es siempre asimétrica: uno de los dos interlocutores ordena brevemente un tratamiento que el otro lleva a cabo y cuyos resultados, por enormes que sean, le llegan a través de la gran línea de transmisión. Por lo tanto, transmisiones como éstas pueden encontrar un lugar en los “canales” de una red de televisión, como lo han hecho hasta ahora únicamente en las líneas telefónicas. Además de las redes telefónicas, hoy en día también se están desarrollando redes de datos. El aumento de este tráfico (que en 1985 debería representar el 10 por ciento de todos los mensajes, frente al 5 por ciento ahora), la accesibilidad del procesamiento de datos a nuevas categorías de usuarios y la necesidad de ofrecer capacidades de transmisión más variadas que las que ofrecen las líneas telefónicas son responsables de esta evolución. De un país a otro, las opciones tecnológicas han variado, desde la conmutación de circuitos hasta la conmutación de paquetes*, pero todas han ofrecido características que hasta ahora eran específicas de la red telefónica, la conmutación y la concentración. Inicialmente diseñadas exclusivamente para datos, estas redes son actualmente capaces de transmitir tipos de mensajes habitualmente reservados para líneas telefónicas o nuevos tipos de servicios, como las telecopias. Esta superposición cada vez más pronunciada, que probablemente desemboque en sustitución, se verá facilitada por la progresiva desaparición de la separación entre transmisiones digitales y analógicas. >Hoy en día, el teléfono transmite señales analógicas, pero en el futuro >se basará en señales digitales. Esto significa, entre otras cosas, que >los teléfonos de discado por pulsos deberán ser sustituidos rápidamente >por teléfonos de discado por tonos. Esto, se puede comparar con la publicación remota, la sintonía de radio amateur o incluso la televisión. Esta creciente generalización de la “señal” alcanzará su punto máximo con el desarrollo de los satélites de transmisión. ###El futuro telemático: satélites universales La facilidad con la que se pueden manejar las comunicaciones por satélite acelerará el cambio en el procesamiento de datos. Al aumentar las transmisiones de datos y el intercambio de operaciones de procesamiento de un país a otro y de un continente a otro, los satélites serán responsables de la creación gradual de redes "telemáticas" mundiales. ###Una herramienta de comunicación privilegiada Las ventajas de potencia, universalidad, accesibilidad y alcance que ofrecerán los satélites en el futuro los convertirán en el medio de comunicación preferido. En primer lugar, serán transmisores potentes: el más pequeño de los satélites lanzados en los años 1980 transmitirá varios millones de bits por segundo”, lo que es suficiente para manejar un enorme tráfico telefónico, cuatro o cinco canales de televisión, o la transferencia de los más grandes Archivos de computadora. Con una capacidad como esta, la competencia de los medios de transmisión terrestres se limitará a unos pocos: ciertas “autopistas hertzianas”, futuros medios de transmisión digitales como el sistema “Transmic” y, posteriormente, las fibras ópticas. Estos sistemas podrán transmitir cantidades comparables de datos, pero estarán limitados geográficamente a unas pocas arterias principales y tendrán un alcance reducido, a diferencia de la capacidad de los satélites, aplicabble a países y continentes “inundados” con la misma producción. En segundo lugar, los satélites serán transmisores universales: para ser rentables, tendrán que ser capaces de transmitir todo tipo de mensajes, incluidos voz, datos e imágenes. Esto será posible porque las diferencias aún perceptibles entre los satélites de radio y los satélites de telecomunicaciones desaparecerán gradualmente a medida que las señales empiecen a parecerse entre sí. Muchos proyectos tienen en cuenta este desarrollo predecible, sobre todo el proyecto del satélite SBS que IBM planea lanzar. En tercer lugar, los satélites serán transmisores de fácil acceso: si bien hoy en día la transmisión requiere antenas gigantescas (de 7 a 10 metros), lo que la convierte en prerrogativa de las agencias de telecomunicaciones, es muy probable que en el futuro se vuelva “democrática”. Para alcanzar el satélite bastarán antenas infinitamente más pequeñas, de 0,90 a 1,5 metros de tamaño y, por tanto, mucho más asequibles. Estas transmisiones también serán 'transparentes'; habrán prescindido de los complejos protocolos de acceso* que ciertas redes terrestres requieren hoy en día. Se requerirán ciertas reglas para gestionar estas transmisiones de modo que cada uno tenga lo que le corresponde en su vasta amalgama de mensajes. Si son limitados sin embargo, atendiendo únicamente a necesidades técnicas, sin duda serán menos restrictivas. De este modo, el satélite permitirá la transmisión individual de telecomunicaciones. Ante estas perspectivas, el monopolio se verá reducido a utilizar la ley para protegerse, un arma débil y provisional. Finalmente, los satélites serán transmisores de alcance ilimitado: mientras que las redes terrestres, aéreas o de cable están restringidas por el terreno y la geografía, los satélites están totalmente libres de ellas. La mayoría de las “zonas de sombra” desaparecen; Las distancias geográficas se acortan. Estos transmisores inundarán grandes regiones; Las fronteras que hoy son la línea divisoria entre las agencias nacionales de telecomunicaciones pasarán a ser puramente simbólicas. Los satélites serán el medio de comunicación dominante, pero no serán omnipresentes hasta el punto de inutilizar otros medios de comunicación. Las redes especializadas en particular seguirán siendo de gran importancia para llevar a cabo ciertas tareas a menor costo, como la penetración en el mercado de las entidades económicas más pequeñas y los mercados "a cambio de conocimiento” entre pequeños usuarios. Capaces de conectarse a los satélites, pueden utilizarse como "antenas colectivas" y garantizar así el acceso de estos usuarios a servicios que antes les estaban prohibidos. De este modo, el satélite ganará más potencia y multiplicará su influencia. ###¿Hacia redes "telemáticas"? Hasta ahora, las conexiones entre ordenadores y la transmisión de datos estaban limitadas, al menos en lo que respecta a la gran producción, por la capacidad de las líneas telefónicas. Desde este punto de vista, las redes especializadas sólo pueden superar esta limitación en parte. Por otro lado, los satélites ofrecerán capacidades de transmisión continua y de alta potencia. Entonces será necesario prepararse para transferencias de procesamiento y consultas de bancos de datos cada vez más numerosas. Al final, la red se expandirá en todas direcciones, avanzando hacia la unificación. ###Aceleración de las transferencias de procesamiento Con excepción del número todavía limitado de redes mundiales de tiempo compartido”, la transferencia de procesamiento de un gran centro de cómputo a otro es aún poco frecuente. Las velocidades que ofrecen los satélites ahora harán posible esto en un plazo de un de un solo país, de un país a otro y, sobre todo, de un continente a otro) Un número importante de usuarios franceses han declarado que están dispuestos a transferir parte de sus operaciones de procesamiento a los Estados Unidos. Presumiblemente, se sienten alentados a hacerlo por consideraciones de precio. De hecho, el cambio de hora es tal que las “horas completas” en Europa corresponden a las “horas vacías” en Estados Unidos. Además, si la empresa que ofrece el servicio de procesamiento también asume la responsabilidad de transmitir los datos, tenderá a hacer malabarismos con los precios de ambos servicios de modo que el bajo costo del procesamiento compense o sobrecompense el costo de las transmisiones. Dado que los cambios de hora entre zonas son simétricos, nada impide también las transferencias de Estados Unidos a Europa. Dado el estado relativo actual de las instalaciones y estrategias informáticas, es muy probable que las transferencias a Estados Unidos sigan siendo la regla. Sin embargo, el riesgo es que los usuarios europeos se vuelvan dependientes de sus proveedores estadounidenses. Los satélites también permitirán consultar fácilmente los bancos de datos, ya sean científicos, técnicos o comerciales. Toda una generación por delante, con un mercado interno rentable y un margen de coste infinitesimal, los bancos de datos americanos pueden ofrecer tarifas extremadamente bajas a los usuarios europeos. Además, una parte considerable de los datos de interés para las empresas de todo el mundo son americanos. Los bancos de datos americanos suelen ser los que mejor cuentan con datos sobre Europa. ###Intercambiabilidad de redes Cambios tan decisivos como estos presuponen la intercambiabilidad de todas las redes o la existencia de una red privilegiada que domine el mercado. De hecho, el satélite no es suficiente para garantizar un nuevo "acuerdo informático". Si bien garantiza una transmisión fácil, de alta capacidad y económica, no puede, por sí solo, hacer posible que un determinado terminal "hable" con un determinado banco de datos o que un determinado ordenador se conecte a un determinado centro de procesamiento. Esto requeriría la capacidad de las redes de comunicarse en lenguajes mutuamente inteligibles, una función que hoy no existe. Cada fabricante se ocupa de la compatibilidad de sus redes, pero se asegura de que esto no sea posible con las redes de sus competidores. Así se establecen "clústeres de redes", que son interconectables pero no pueden conectarse con las del siguiente clúster. Sin embargo, esta heterogeneidad es más teórica que real. Se basa en la "ley de la jungla", siendo la más fuerte en este caso IBM, que tiene más posibilidades de proporcionar estas conexiones para la mayoría de las redes. Su cluster será tan desproporcionado con los demás que IBM estará en mejores condiciones para dar una nueva dimensión a los fenómenos de procesamiento de transferencias y consultas de datos. ###“Telemática”: ¿igual que la electricidad? Hoy en día, cualquier consumidor de electricidad puede obtener instantáneamente la energía eléctrica que necesita sin preocuparse de dónde viene ni cuánto cuesta. Hay muchas razones para creer que lo mismo ocurrirá en el futuro de la "telemática". Una vez realizadas las conexiones iniciales, la red se extenderá por ósmosis. Los usuarios se conectarán entre sí directamente; los archivos tenderán a “acumularse en un solo lugar cuando la razón o el beneficio así lo requieran; La transparencia de las redes irá aumentando paulatinamente. Los usuarios necesitarán cada vez menos centros de procesamiento privados y la red informática se parecerá cada vez más a la red eléctrica. Esta visión es sin duda un ejemplo extremo, pero muestra claramente que la conexión de satélites a redes tiene un enorme potencial energético. En realidad, es probable que algunos usuarios no quieran renunciar a sus máquinas, por poco que las utilicen, para mantener la ilusión de independencia. También es probable que el principal fabricante intente evitar un sistema tan transparente. Sin embargo, menos racionalidad no significará menos poder, ya que la unicidad de la red no se verá afectada por unas pocas operaciones de procesamiento local. Así, dentro de un tiempo relativamente corto, el debate se centrará en la interconeectabilidad. Si bien hasta ahora los conflictos se han centrado en las máquinas, pronto involucrarán el dominio de los protocolos de conexión. Por lo tanto, el reparto de energía será determinado por los fabricantes de redes y los administradores de satélites, y juntos deberán definir las nuevas reglas del juego. Si las agencias de telecomunicaciones lanzan y gestionan los satélites, IBM tendrá que entablar un diálogo con ellas. Si no hay suficientes, la propia IBM los reemplazará y no habrá diálogo. Para terceros, este resultado sería bastante efectivo, aunque menos definido. La llegada de la "telemática", entonces, afecta drásticamente a los participantes en el juego del procesamiento de datos, al mismo tiempo que aumenta lo que está en juego en el juego mismo. A los participantes tradicionales, es decir los fabricantes, se suman las agencias de telecomunicaciones y, a través de ellas, los distintos gobiernos. Los gobiernos siempre han tendido a convertir las comunicaciones en un campo de combate por prerrogativas soberanas. A partir de ahora, esta porción de terreno puede perder subrepticiamente su control si no se dotan de los medios para convertirse en socios de un juego en el que ya no pueden ser los amos. En el pasado, lo que estaba en juego en el juego de ordenador era limitado: comercial, industrial o militar. Ahora, con el procesamiento de datos dispersándose en una variedad ilimitada de pequeñas máquinas y desapareciendo detrás de una red con infinitas ramas, está atrayendo a la sociedad en su conjunto a su red.