Capítulo 4: TELEMÁTICA Y NUEVOS JUEGOS DE PODER Los efectos sociales de la telemática son sin duda más importantes que sus efectos económicos, porque desordenan los tradicionales juegos de poder. Pero también son más difíciles de abarcar: hay que determinar cuál es su motor principal, si la informatización o la sociedad, ya que cada uno de estos términos es ambiguo. En el sentido amplio de la palabra, lo que modifica la jerarquía o las condiciones de trabajo es menos la transformación de la máquina que la evolución de los procedimientos y organizaciones que se derivan de ella. La informatización participa en una racionalización progresiva de la que es a la vez condición y expresión más completa. La noción de poder tiene un doble aspecto. Se identifica, por un lado, con una serie de relaciones en continuo cambio mediante las cuales las áreas de competencia, autoridad y dominación se adaptan entre sí dentro de un sistema dado: en este caso se trata de "micropoderes". Por otra parte, la noción corresponde a los modos generales de regulación de una sociedad: mercado, plan, relaciones de clase; en este caso lo que está en juego es el Poder. Los micropoderes cambian a diario y, en cierta medida, son modificados por las innovaciones técnicas. Los modos de regulación están relacionados con corrientes sociales profundas y de lento movimiento. Pueden parecer agitados por "cortocircuitos" políticos que ratifican o anticipan transformaciones y son inevitablemente transitorios. De esta constatación se deriva el método adoptado para estudiar las relaciones entre informatización y poder. Hace una distinción entre el futuro de dentro de unos años y un horizonte mucho más lejano. Los cambios de muy largo alcance son el tema de la tercera parte de este informe. Este capítulo se ocupará exclusivamente de las consecuencias predecibles a corto plazo. Estas consecuencias son innumerables. Un examen exhaustivo de ellos estaba fuera del alcance del capítulo, por lo que se propuso delimitar ciertos sectores significativos y analizar su respuesta a la informatización. La única ambición de este trabajo, por imperfecto que sea, es inspirar con unos pocos ejemplos un estudio intensificado y ampliado del tema. Las primeras conclusiones muestran que las tecnologías de la información se han convertido hoy en día en una herramienta casi completamente flexible. Su organización puede extenderse sin encontrar mayor obstáculo a través de todas las configuraciones del poder. Perturbará las reglas y condiciones que rigen la competencia entre numerosos agentes económicos; lo confirmará o anulará el estatus de las posiciones entre el centro y la periferia en la mayoría de las organizaciones. Pero esta penetración difusa implicará cambios profundos en funciones esenciales (medicina, educación, derecho, seguridad social, condiciones de trabajo) y, al aumentar la transparencia, planteará la cuestión de la seguridad y los privilegios que surgen de las zonas oscuras de la sociedad. Una herramienta neutral en busca de un sistema El procesamiento de datos tradicional era jerárquico, aislado y centralizado. Las limitaciones técnicas fueron perjudiciales en términos del modo de organización que imponía, porque la presencia de ordenadores aliviaba el peso natural de las empresas y de las administraciones. De hecho, sus procedimientos reforzaron el centro en detrimento de la periferia y el nivel ejecutivo superior en detrimento de las unidades de gestión más pequeñas. A partir de ahora, el procesamiento de datos puede ser desconcentrado, descentralizado o autónomo: es una cuestión de elección. Procesamiento de datos desconcentrado Para los usuarios más importantes (bancos, compañías de seguros, algunas empresas, determinadas agencias administrativas), el progreso técnico permite crear redes que pueden organizar, en torno a uno o varios ordenadores centrales, toda una arquitectura de máquinas intermediarias, con salidas en numerosos terminales instalados en las unidades más periféricas de la organización (mesas de pago de un banco, agencias recaudadoras del Contador Público). En tal sistema, el grado de libertad en la base es inexistente, en cuyo caso la desconcentración del procesamiento de datos es una farsa, o está definido a priori y es limitado, en cuyo caso hay un procesamiento de datos desconcentrado genuino. Cuando el sistema informático se basa en terminales "no inteligentes" que no pueden programarse y que, por tanto, sólo pueden recibir y almacenar datos, el usuario no participa en el tratamiento, que sigue siendo competencia de los ordenadores centrales o intermediarios. Este es el caso, por ejemplo, de los sistemas de reserva electrónicos: el recepcionista utiliza su terminal para consultar la disponibilidad de espacio y reservarlo, en su caso. Estas redes construidas* representan un acortamiento de la cadena tradicional, donde el usuario transmite datos al servicio informático, que a su vez los procesa y canaliza las respuestas. Por tanto, mejoran la calidad del servicio pero no tienen ningún efecto en la distribución de responsabilidades: es una “falsa” desconcentración. Si el terminal es "inteligente", lo que significa que se le puede programar un y realizar determinados tipos de tratamientos por sí mismo, el usuario podrá realizar diversas tareas de forma autónoma; Esto es informatización desconcentrada. Ciertos casos, como el de las cobranzas, consistirán al principio simplemente en la automatización de trabajos realizados hasta ahora a mano, como la contabilidad. La informatización desconcentrada no garantiza por sí sola una desconcentración más amplia de responsabilidades. Es la dirección de la organización, en este caso el Contador Público, la que continúa determinando la distribución de áreas de competencia entre los distintos niveles. En otros casos, como en los bancos, la instalación de terminales inteligentes ha permitido confiar la contabilidad a agentes de mesa, lo que aumenta su responsabilidad. Por último, algunas compañías de seguros esperan aprovechar las oportunidades que ofrece la informatización para confiar a un agente la gestión completa de un conjunto de contratos con clientes. Antiguamente estaban organizados por tipo de siniestro: un determinado empleado especializado en seguros de automóviles y otro en seguros contra incendios. También en este caso la informatización es al mismo tiempo un estímulo y un pretexto para la desconcentración de responsabilidades. Llega incluso a poner a prueba un modo de organización centenario. En todos los casos, es la dirección la que elige el grado de libertad que tendrán las unidades de abajo. Nadie tiene derecho por su propia autoridad a programar el terminal: en este sentido dicha informatización es desconcentrada y no descentralizada. Informatización descentralizada El desarrollo de las redes de comunicación y la multiplicación de los bancos de datos permitirán a los agentes económicos disponer gratuitamente de un miniordenador o terminal inteligente. Por ejemplo, los notarios que cuentan con dichos equipos pueden obtener "paquetes" de software que les brindan la posibilidad de automatizar la contabilidad, la sucesión de documentos y las cuentas de los clientes; Ellos pueden hacer lo que quieran. La capacidad del terminal para conectarse a una red les permitirá también utilizar un banco de datos jurídicos, un compendio informatizado de jurisprudencia. Del mismo modo, tendrán acceso a empresas de servicios de oficina que sean capaces de procesar aplicaciones que sus propias máquinas no pueden manejar. Branching ofrece servicios a agentes económicos independientes; Esto es informatización descentralizada. Informatización autónoma Cuando los ordenadores no están conectados, ofrecen una informatización autónoma en la que el usuario es el único dueño. No existe ninguna “intervención” por parte de ningún proveedor de procesamiento o administrador de banco de datos. A cambio, la informatización descentralizada resulta de la posibilidad de conectar los sistemas. En realidad, la distinción no es tan clara: algún día será posible conectar cualquier aparato. Los planes comerciales pueden llevar a los fabricantes a evitar hacer pública esta capacidad, reservándose el derecho de revelarlo más adelante, cuando tengan servicios que ofrecer. La nueva informatización evita la necesidad de elegir entre sistemas de procesamiento de datos desconcentrados, centralizados o autónomos; si hay centralización, es una cuestión de voluntad, no de coacción. Lo mismo se aplica a una empresa o una organización terciaria. En la industria, la nueva informatización proporciona una mayor autonomía en el taller; un ordenador regula las tareas sin tener que recurrir constantemente a la gestión. Sin embargo, por el contrario, puede constituir un poderoso medio de centralización: la red facilita la recopilación de datos básicos y el seguimiento de las operaciones de producción en tiempo real. En ese caso, los trabajadores pierden el grado limitado de libertad que experimentaron bajo supervisión intermitente; están aún más integrados en el proceso de producción. En una organización terciaria, por ejemplo un banco, las alternativas parecen muy similares: una red desconcentrada ofrece la posibilidad de descentralizar todo el conjunto de cuentas de los clientes, porque permite consultar los expedientes desde cualquier mostrador. Por otra parte, un sistema descentralizado confía la contabilidad a cada organismo, utilizándose los ordenadores centrales exclusivamente para garantizar la correspondencia de los ficheros. Esta elección no es teórica: considerando su estructura atomizada, la Sociedad de Préstamo Agrícola utiliza una forma descentralizada de informatización. Por el contrario, los tres grandes establecimientos nacionalizados tienden hacia redes desconcentradas. La nueva informatización obliga a la empresa a elegir su estructura. Plantea interrogantes sobre la situación actual y el estatus adquirido. Por esa razón, encontrará resistencia. El mismo fenómeno afectará a los agentes económicos, los servicios administrativos y las categorías sociales; de hecho, aparecerá en cualquier sistema que ponga en juego micropoderes. La informatización en el corazón de los juegos de poder El procesamiento de datos clásico siguió siendo interno a la empresa. No cambió las relaciones con competidores, socios, licencias o subcontratistas. A diferencia de, La telemática transforma la capacidad competitiva de los agentes económicos. Mejora la situación de algunos y evapora las ventajas de otros. Planteando la cuestión de las condiciones de competencia El desarrollo de la moneda electrónica, la ampliación de la red de reservas y la informatización del mercado de alimentos perecederos ofrecen ejemplos relevantes. Moneda Electrónica Hasta ahora, las transacciones entre bancos utilizaban menos la informatización que las operaciones internas. Desde este punto de vista, la no transferencia de cheques y la introducción de la moneda electrónica representarían un progreso considerable: reducirían los costos de procesamiento y permitirían actualizar las cuentas más rápidamente. Por otra parte, plantearían interrogantes sobre la situación actual. Si los bancos ya no intercambiaran cheques por pequeñas cantidades, eliminarían los procedimientos engorrosos: les bastaría con registrar los débitos y los créditos e informarse mutuamente. Pero esta reducción de tareas no sería neutral en sus efectos: los bancos que "recibieran" más de lo que "remitieran" serían los beneficiarios. funcionarios. Por eso están a favor de este proyecto, mientras que los demás bancos se oponen. Dado que los cuatro establecimientos bancarios más grandes están divididos equitativamente entre las dos categorías, no es un caso de fuerza relativa y, a menos que exista un arbitraje por parte del Estado, el desacuerdo no puede resolverse. La moneda electrónica provocaría perturbaciones aún mayores. Implicaría el uso generalizado de una tarjeta de crédito por parte de todos los titulares de cuentas bancarias. Una enorme red que funcione en tiempo real permitiría verificar en el momento del pago que el crédito de la cuenta es bueno. Los grandes bancos perderían la ventaja de tener un gran número de mesas de pago. De hecho, las transacciones financieras o los pagos podrían realizarse en cualquier establecimiento. Se cambiaría la base para atraer clientes: la capacidad de ofrecer servicios personalizados en lugar del número de sucursales sería una ventaja. En ese caso, los pequeños establecimientos bancarios se beneficiarían de su flexibilidad y familiaridad con sus clientes. Por esta razón, los grandes bancos con muchas mesas de pago son hostiles hacia la idea de la moneda electrónica. Ampliación del Sistema de Reservas Electrónicas Hasta ahora, las terminales de reserva para el transporte aéreo se instalaban en las oficinas de las compañías aéreas y sus agentes, y para el transporte ferroviario en las estaciones y en las agencias de la SNCF (Sociedad Nacional de Ferrocarriles). La extensión del sistema de reservas a todas las agencias de viajes no plantea problemas técnicos insuperables: requiere el establecimiento de líneas de conexión. La dirección general de Telecomunicaciones ya ha construido el equipamiento necesario. La ampliación de la red mejoraría el servicio, pero privaría a Air France de la ventaja relativa de disponer de un gran número de agentes. Se produce así un conflicto de intereses entre la empresa nacional y sus agencias, que ya cuentan con los equipos, y quienes quisieran tener acceso a estas instalaciones. Informatización de las cuotas de precios de productos perecederos Durante mucho tiempo se pensó en crear en el mercado de productos perecederos una red de información informatizada que difundiera las cotizaciones actuales para hacer posible el arbitraje. El mercado de Rungis, de importancia nacional, está equipado con este sistema. Al hacer transparentes las transacciones, el sistema daría una ventaja a los consumidores, que están alejados del mercado y mal organizados. Al mismo tiempo, pondría en práctica las prácticas de intermediarios y mayoristas, que a menudo obtienen beneficios reales de la oscuridad de los procedimientos. Sin embargo, el sistema nunca se ha puesto en funcionamiento. Esta obstrucción es particularmente aguda en el mercado de productos perecederos, donde las transacciones siguen siendo arcaicas”. También existe para todos los mercados de bienes y servicios organizados en forma de reloj de arena, mercados en los que un número limitado de operadores actúan como intermediarios entre productores dispersos y numerosos compradores. Al permitir una distribución más amplia y democrática de la información, la telemática descarrila a todos los agentes que se benefician de la explotación privilegiada de determinados datos. Esto produce conflictos que el Estado no podrá ignorar en el largo plazo. Relaciones de poder en la administración gubernamental Los efectos de la nueva informatización sobre las micropotencias no se limitan únicamente a los fenómenos económicos. También afectan las relaciones de poder fuera del mercado, entre los diversos organismos administrativos y entre el Estado y las comunidades locales. La red es un factor potencial de dominación. No todos los departamentos administrativos estarán dotados de sistemas telemáticos al mismo ritmo. Los más ricos tendrán equipos de alto rendimiento que excederán sus necesidades. Se verán tentados a hacerse cargo de las transmisiones de agencias menos dinámicas. Así, cuando la Oficina de Contabilidad gestiona una red que al principio utilizará sólo al 20, 30 o 40 por ciento de su capacidad, intentará hacerse con las transmisiones del Ministerio de Economía y Hacienda, empezando por los datos de la dirección general de impuestos. . La Gendarmería, dotada de una red con 4.000 puntos de acceso, se verá tentada a ofrecer cooperación a los servicios policiales, mejorando su posición frente a esta administración vecina y, por tanto, rival. La influencia unificadora de tales sistemas unirá a los grupos en acuerdos que no serán necesariamente racionales. Sin duda no existe deseo de dominar, pero una vez realizada la inversión, el deseo de rentabilizarla conducirá al sometimiento de sus clientes. La nueva tecnología informática puede ayudar a modificar las relaciones entre el Estado y las comunidades locales. La distribución de pequeños ordenadores permitirá a muchas comunidades asumir tareas que hasta ahora padecían limitaciones de recursos económicos y humanos. Es probable que el desarrollo de redes facilite nuevas agrupaciones comunitarias al permitir concentrar los medios y dispersar su utilización. La telemática también desempeña un papel en las relaciones entre el Estado y las localidades. Puede fomentar la atomización o los agrupamientos organizados, manteniendo así el control estatal o limitándolo. Las autoridades públicas, como veremos, deben dotarse de los medios para remodelar la estructura de la administración y no dejarse llevar por la rápida corriente de la centralización. La cuestión del estatus social La nueva informatización tendrá en el futuro un efecto agregado en grupos enteros, por ejemplo en la profesión médica y en la profesión docente. También afectará las calificaciones profesionales de la clase trabajadora. Es muy probable que estos cambios influyan en la forma en que se protegen los intereses colectivos. La informatización y la profesión médica La telemática puede cambiar las características de la intervención médica, las condiciones de la práctica médica y algunos de sus valores tradicionales. Al abaratar la atención médica, la informatización corre el riesgo de "medicalizar" a una gran parte de la población, de modo que la más mínima indisposición se convierta en pretexto para un gran número de exámenes médicos. Todos los males sociales mirarán hacia la medicina cuando se cuestione la estructura tradicional de la profesión. De hecho, la informatización dividirá las especialidades al devolver al médico general funciones que no podía realizar en el pasado. Por ejemplo, podrá interpretar un electrocardiograma, sustituyendo en parte al cardiólogo. La mayor accesibilidad al tratamiento médico no se limitará a la transferencia de habilidades del especialista al médico general. También desdibuja la frontera entre el papel del médico y el del asistente médico. Las responsabilidades del asistente médico aumentarán; en algunos casos, puede que incluso se las arregle sin ayuda. Así, en anestesia, las instalaciones automatizadas le permitirán hacer que el paciente recupere la conciencia por sí solo. Incluso si gracias a esto los médicos ganan tiempo para dedicarse a tareas más nobles, se sentirán privados de una parte de su función profesional. La informatización puede modificar la posición del médico respecto de su entorno. Cuando finalmente se establezca una red que conecte las oficinas de pago de las agencias de seguros médicos con los consultorios médicos, se transformará la práctica de la profesión médica. Las consideraciones económicas serán más apremiantes y reducirán al médico al estatus más modesto de proveedor de servicios. La informatización también plantea la cuestión del mantenimiento de la privacidad en la medicina y exige precauciones especiales a ese respecto. La informatización y la profesión docente En el marco del presente informe no se ha analizado el impacto general de la informatización en la educación. Sin embargo, puede resultar útil trazar una hipótesis sobre el tema. El desarrollo de la informatización a gran escala puede transformar la pedagogía y, por tanto, la situación del personal docente. La computadora y la red en sí mismas no serán las herramientas de enseñanza que algunas personas esperan que sean. La formación educativa de un estudiante no se limita a la comunicación de información técnica. Ningún robot, por muy bien programado que esté, será capaz de llevar a cabo el diálogo único que se produce entre profesor y alumno. Sin embargo, el ordenador nos ayuda con una inteligencia artificial que puede modificar nuestra relación con el conocimiento. Con su ayuda, el alumno podrá afrontar problemas complejos y más cercanos a la realidad. Los análisis estadísticos ya no se limitarán a cálculos simplificados y la escala de las simulaciones será infinitamente mayor. Poco a poco se irá desarrollando una relación diferente, de diálogos y éxitos. Varias repeticiones, cada una de las cuales esbozará un proceso de pensamiento original. Si este cambio se lleva hasta sus consecuencias extremas, transformará la enseñanza. ¿Qué significarán nociones como currículos escolares, cursos preestablecidos y brechas entre disciplinas cuando el ritmo e incluso el tipo de enseñanza variarán de un estudiante a otro? Esta evolución, para la que pocas mentes están preparadas, tendría sobre los profesores efectos similares a los que experimentan a su vez los médicos. Las especializaciones desaparecerán y los niveles de enseñanza se diversificarán, modificando los rígidos requisitos legales en los que se basan los diplomas y las calificaciones. La educación verá su función reducida a una de coordinación, mientras que las tareas pedagógicas más rutinarias serán realizadas por asistentes. Considerando la cuestión desde este punto de vista, todo un mundo sociológico sufrirá una transformación. Dado el estado de ánimo de la profesión docente, no sorprende que este desarrollo no sea evidente; en cualquier caso no sería rápido. Informatización y Cualificaciones Profesionales La nueva informatización afecta las condiciones laborales; por lo tanto también incluye a los trabajadores manuales. Cambia el comportamiento que adoptan los trabajadores para defender sus intereses y plantea nuevos problemas para la acción sindical. Las condiciones de trabajo cambian siguiendo un doble movimiento. La automatización elimina algunas ocupaciones menores y aligera las tareas. Además, conduce a la descalificación de muchos tipos de trabajos realizados hasta ahora por mano de obra altamente cualificada, por ejemplo los impresores; La instalación de máquinas automáticas devalúa las habilidades de su oficio. Los propios impresores son reemplazados por supervisores ordinarios, lo que probablemente señala el fin de la aristocracia laboral. Estos efectos se producen durante un largo período de tiempo. Detectarlos requeriría un análisis profundo que sólo los pares podrían llevar a cabo. La estandarización de las tareas irá acompañada sin duda de nuevas formas de penuria. Más bien fruto del aburrimiento y de una cierta monotonía, serán más psicológicos que físicos; el trabajo se vivirá de manera diferente. Esta evolución se producirá en el momento en que la informatización afectará al empleo. La conjunción de estos fenómenos cambiará con el tiempo los temas centrales de la acción sindical: niveles salariales, horas de trabajo, títulos de los puestos y empleo. Más que eso, implicará el difícil juego de unificar reclamos y la defensa de intereses categóricos, un juego que está a punto de renovarse. Una estrategia de contrafuerzas Los efectos de la informatización sobre el funcionamiento de la sociedad serán decisivos y pueden ser formidables. Por eso es importante que el poder público, una vez consciente de los riesgos involucrados, fomente la vitalidad de las fuerzas contrarias. Sobre todo, debería llevar a cabo esta política en su propio ámbito, la función pública. Los riesgos que implica la informatización para las libertades civiles son evidentes y, a menudo, también se subestiman. Lo que se reconoce menos son las ventajas que puede ofrecer la informatización. Los poderes públicos deben evitar responder a los temores sobre las libertades civiles bloqueando la eficiencia. La cuestión es que deben reconciliarse. Libertades civiles y eficiencia Para el público en general, la informatización equivale a conservar archivos, una actividad perjudicial para la vida privada y la libertad. Éste es uno de los aspectos más capaces de despertar pasión y uno de los mejor explorados entre las consecuencias de la informatización. El ordenador y el fichero han asumido un valor simbólico que cristaliza reacciones alérgicas a la vida moderna. Estos temores han sido explorados gracias a los notables estudios realizados por la Comisión de Informatización y Libertades Civiles, los debates parlamentarios que hicieron posible y la legislación propuesta que fue el resultado”. Sin embargo, durante la ocupación, la Gestapo hizo su trabajo de manera bastante eficiente, sin tener a su disposición archivos de tarjetas electrónicas interconectadas. Y Suecia, que tiene los archivos más ricos y mejor referenciados de cualquier país, corre poco riesgo de convertirse en un estado policial. Esto significa que, en esta materia, la calidad del tejido social, el pluralismo entre las fuerzas en juego y el juego de fuerzas contrarias prevalecen sobre las trampas de la tecnología que "asesinan la libertad". Las disposiciones legislativas resultantes de los estudios de la Comisión Tricot intentan instaurar Tucionalizar algunas de estas fuerzas contrarias. El mejor futuro es aquel en el que la sociedad acepte las ventajas de la informatización, su eficiencia y su capacidad para simplificar la vida, y al mismo tiempo proporcione un clima imperturbablemente democrático para oponerse a sus indiscreciones. Libertades civiles, apertura y vulnerabilidad Una sociedad más abierta, un mejor conocimiento de la situación colectiva e individual, no siempre es malo. Las ganancias, los privilegios y el fraude encuentran alimento en la oscuridad. Una sociedad democrática sufriría si se introdujera información sobre la vida privada de las personas, sus opiniones religiosas o políticas y su moralidad. en archivos de tarjetas o incluso utilizados. Pero, ¿funcionaría mejor o peor si los ingresos de tal o cual corporación se conocieran con mayor precisión gracias a mejores técnicas de procesamiento de datos? Es paradójico decir que en Francia algunas personas piensan que es libertad poder ocultar lo que uno gana, mientras que en Estados Unidos resulta frustrante no poder saber cuánto gana el vecino. El objetivo debería ser apoyar la libertad de todos mediante la apertura, en lugar de preservar los privilegios de unos pocos permitiendo el ocultamiento. Si la sociedad es lo suficientemente democrática para permitir el surgimiento de fuerzas contrarias, si es lo suficientemente móvil para organizar la lucha contra la "nueva delincuencia" que puede surgir como resultado de las técnicas informáticas®, el riesgo no es de apertura. El riesgo está en otra parte, en la fragilidad de la sociedad en su conjunto. La gestión moderna tiende a multiplicar los centros neurálgicos y un cortocircuito en uno de ellos puede paralizar grandes organizaciones. Un uso demasiado centralizado, demasiado estructurado y demasiado jerárquico del procesamiento de datos tendería a multiplicar esta vulnerabilidad a los "granos de arena", ya sean accidentales o deliberados. El papel de las autoridades públicas es apoyar a las fuerzas que contrarrestan estas tendencias centralizadoras, particularmente dentro de su propia administración. A partir de hoy, sólo hay que centralizar lo que hay que centralizar, fragmentar todo lo que pueda fragmentarse y ocuparse de lo esencial de inmediato, reservando sólo las cuestiones excepcionales para la acción a un nivel superior. Por tanto, el gobierno no puede limitarse a promover por igual todos los modos de organización de las técnicas informáticas. La presión en favor de redes estructuradas y centralizadoras es tan fuerte que es necesario contrarrestarla. Algunas personas afirman entonces que el gobierno aplica una política discriminatoria al favorecer la promoción de la informatización descentralizada y en pequeña escala. Sin embargo, es la única manera de mantener cierto grado de autonomía y responsabilidad para los actores más débiles en el escenario social. Sin embargo, dado que en un país de tamaño mediano la reorganización del poder supone un margen de libertad con respecto a gobiernos y grupos extranjeros que podrían oponerse a tal medida, exige un mínimo de soberanía en varias áreas estratégicas.